lunes, 28 de junio de 2010

APARECIÓ EL SCRATCH



Brasil arrolló a una valiente selección chilena, fue la mejor demostración de fútbol del equipo de Dunga en lo que va del Mundial, ahora chocan contra la 'Naranja Mecanica'.


En sus días espesos, la Brasil de Dunga desespera por su traición al jogo bonito y su apuesta por un estilo resultadista y marcial. La proyección de Dunga. Así era como jugador, así es como entrenador. Y así son su carácter y hasta su corte de pelo. Con eso Dunga ha ganado una Copa de América y una Copa Confederaciones pero ha convertido su asiento en el banquillo en vórtice de todos los debates en el país del fútbol jugado a golpe de imaginación, en una coreografía festiva. Ante Chile, en octavos, Brasil ganó con autoridad exultante y fue menos rácana con la estética. La magia brasileña goteó como una fina lluvia que tiñó de samba el molde de hormigón innegociable para Dunga. Fantasía y trabajo. Superioridad física y efervescencia técnica. Samba brutal, samba de hierro.

Enfrente estaba Chile pero lo peor para quienes viven (o sobreviven) en el Mundial es que pareció que podía haber estado cualquiera. Chile no gana a Brasil desde 2000 pero había amasado elogios camino de África y, una vez allí, en ruta hacia octavos. El plan que puso en solfa a otras, incluida España durante muchos minutos, sólo asomó en el arranque ante Brasil. Apenas un puñado de minutos. Hasta que apareció la quintaesencia del estilo Dunga: desde el dominio zonal del campo y físico del juego, el control.

Entonces un gol (a balón parado no por casualidad). Y entonces los espacios, la herida del rival apestando a miedo. Ningún equipo es mejor a la hora de provocar primero y castigar después los virajes sobre la marcha del contrario. En cuanto Chile trató de adelantar líneas se encontró en su escenario perfecto. Sin tocar su esqueleto defensivo ni descuidar el trabajo sobre cada línea rival, explotó valores capitales: verticalidad, velocidad y toneladas de calidad... y bailó -samba, por supuesto- sobre el cadáver de Chile, impotente.


Con plantilla de recursos y a su medida, Dunga hizo de la necesidad virtud y hasta los cambios obligados por cuestiones físicas se convirtieron en buenas noticias. Brasil lució mejor en el centro del campo cuando a Gilberto Silva le acompañó otro bulldozer como Ramires y cuando Dani Alves apareció por delante de Maicon y se incrustó en el puesto de interior para liberar la autopista de Maicon y aportar su insistente carisma en la creación. Por detrás, una defensa blindada en el eje Lucio - Juan y apuntalada por el despliegue físico de Maicon y Bastos. Por delante, muchos metros de campo en los que Brasil deja de ser lenta y previsible y libera lo mejor de su fútbol pese a que Kaká sigue consumido por sus propias intermitencias. Luis Fabiano es elite en su oficio de delantero, embocando ocasiones y dando salida con su juego de espaldas, y Robinho es (quién lo iba a decir) un ángel disfrazado de tren de alta velocidad. Liberado como '10' clásico, es la vértebra esencial que enlaza defensa y ataque, el motor de explosión en el que el fútbol de la 'Penta' deja el piloto automático y salta al híper espacio. Y todo salpicado con las incursiones salvajes de Maicon, las rupturas por jerarquía de Lucio o el trabajo salvaje de Juan, que abrió el partido con el gol instrumental que lo cambió todo, un remate de cabeza excepcional a la salida de un córner.

Chile se apocó en cuanto Brasil le quitó el balón. El equipo de Bielsa vive exprimido al límite y hasta su límite ha llegado. No perdió el orden pero sí la fe y la energía cuando Brasil resquebrajó su presión en formato jauría a base de latigazos frenéticos entre líneas. Golpeada por el gol de Juan, descubrió su espalda sin obtener réditos ofensivos. No ganó nada y lo perdió todo. En cinco minutos recibió dos contras mortales. A la tercera Robinho encontró a Kaká y este a Luis Fabiano, que marcó. Un gran gol en el que brillaron todos porque por entonces ya brillaba un colectivo legitimado para soñar con su sexto Mundial.

El segundo tiempo se jugó con las cartas barajadas y repartidas. Bielsa cumplió el guión y quemó naves con Tello y Valdivia detrás de Suazo. Otra vez para chocar constantemente contra un muro que no concede un metro en su propio campo. Ya con la ley del mínimo esfuerzo, Brasil dejó un par de llegadas más, una de ellas premiada con el tercer gol cuando Ramires robó en su campo y galopó hasta el balcón del área de un Bravo que sólo pudo adornar con su estirada el toque sutil de Robinho.

Esta Brasil sí legitima el plan de Dunga más allá de los simples resultados. Este equipo sí asusta a los rivales y se arma de razones para sentirse favorito, como casi siempre que llega a estas alturas del campeonato, a tres partidos de la gloria. Quien quiera ganar a Brasil necesitará paciencia, concentración, energía física y lo que parece el maná para cambiar el paso brasileño: adelantarse en el marcador y obligarle a crear desde atrás y a trabajar entre espacios cerrados. Holanda será el primero en probar y también necesitará suerte si Brasil, como ante Chile, aparca la monotonía y se perfila rotunda y aspirante con fuerza, pasión, organización y magia. Samba y trabajo, samba de hierro.


INCIDENCIAS

Brasil 3: Julio César; Maicon, Lúcio, Juan, Michel Bastos; Gilberto Silva, Ramires, Daniel Alves; Kaká (m.81, Kleberson); Robinho y Luis Fabiano (m.76, Nilmar).

Chile 0: Claudio Bravo; Mauricio Isla (m.62, Rodrigo Millar), Pablo Contreras (m.46, Rodrigo Tello), Gonzalo Jara, Ismael Fuentes; Arturo Vidal, Carlos Carmona, Jean Beausejour; Alexis Sánchez, Humberto Suazo y Mark González (m.46: Jorge Valdivia).

Goles: 1-0, m.35: Juan. 2-0, m.38: Luis Fabiano. 3-0, m.59: Robinho.

Árbitro: Howard Webb, de Inglaterra. Amonestó a Kaká, Vidal, Fuentes, Ramires y Millar.

Incidencias: partido de los octavos de final disputado en el estadio Ellis Park, de Johannesburgo, ante 54.049 espectadores.

NARANJA MORTAL


Con la vuelta de Robben, Holanda ganó con lo justo a Eslovaquia, ahora en cuartos choca con Brasil que viene con todo




Holanda ha perdido brillo pero se ha vuelto más pragmática. Puede que los puristas renieguen, y con razón, pero es más que probable que sus sufridos aficionados lo agradezcan, hartos de ver cada cuatro años como la orange juega tan bien como siempre, y como siempre también pierde. Cansados de aplaudir grandes faenas sin trofeo, de dar la vuelta al ruedo con la manos vacías, Holanda ha venido a Sudáfrica a tocar pelo. Estamos hoy ante un conjunto más equilibrado y organizado que, desde la paciencia, sabe administrar el marcador sin renunciar al estilo, lo que le confiere un aire autoritario y dominante. Es un bloque poderoso, unido en el vestuario y solidario en el césped. En suma, un conjunto con mayúsculas, que ha sacrificado gramos de artificio en pos de la competitividad, el salto necesario para todas las selecciones que aspiren a levantar la Copa del Mundo .

Salió valiente Eslovaquia, lejos de ese papel acomplejado que se le podía presuponer. Pero los riesgos del abismo a veces estimulan a los condenados, y los eslovacos, sin nada que perder y mucho por conquistar, se presentaron dispuestos a todo. Jendrisek avisó desde la frontal y eso despertó a Holanda, que arrancó aletargada pero que no tardaría en quitarse las legañas de la forma más natural que conoce, y la que recurre cuando se pierde: tocando y tocando, ensanchando mucho el campo para buscar los espacios y montando contras endiabladas.


No se acongojó Eslovaquia, que, bien pertrechada, armaba sus ataques en torno al revoltoso Stoch, pero fue Sneijder el que dispuso de la primera gran ocasión en una de sus habituales llegadas desde la izquierda. Con una apuesta nada brillante Holanda parecía dudar, pero es una sensación equívoca. Este equipo nunca pierde la calma, y sabedor de que sus delanteros son letales, le valió una acción aislada para cobrar ventaja. Desde su propia área, ¡desde la defensa! -blasfemia cuando se trata de Holanda- Sneijder colgó un pase de 40 metros para la carrera de Robben por el carril derecho. Cambiado de banda, el extremo del Bayern aceptó el envite: controló, se cambió el cuero de pie para encarar el área, afrontó a su par con esa mezcla suya de potencia y elegancia, y definió con un extraordinario golpeo a la cepa del poste. Extraordinario gol, extraordinaria demostración de recursos de un equipo que se atreve a improvisar acciones más allá del toque, incluso pases largos desde la zaga que eviten el peaje del centro del campo, heterodoxia pura de la nueva Holanda.


Con el marcador a favor Van Marwijk sacó su manual y Holanda empezó a administrar su ventaja. El entrenador ha confiado el equilibrio del equipo a su yerno, el veterano e incombustible Van Bommel, sí, su yerno. Su fuerza y su orden se bastan para sostener el orden en la media y mantener unidas a las partes, aunque hoy no parecía sobrado de fuerzas. Atrás, la línea formada por Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen y Van Bronckhorst ofrece una resistencia desconocida en los Países Bajos. Stekelenburg, el meta del Ajax, sólo ha encajado un gol en cuatro partidos, y fue de penalti.


Esto es la nueva Holanda, un equipo que parece dormitar en muchas fases del partido, que narcotiza al rival con un fútbol lento y excesivamente pausado, pero que de repente explota con un estruendo; de una recuperación fluye un ataque vertiginoso, de la nada surge un pase letal, y el equipo se planta en el área rival con un arsenal de caballería presto a perforar al enemigo. Estuvo a punto de conseguirlo Van Persie en una de esas contras cuasi letales, y al borde del descansó el del Arsenal remató la acción más hermosa del primer acto. De pronto, y recordando que las esencias siguen intactas, los tulipanes más creativos se asociaron por la derecha en un ataque rápido y al primer toque que Van Persie remató desviado en boca de gol. Era el aroma de la otra Holanda, la más preciosista y embaucadora, que ahora sacrifica la belleza en pos del éxito.


La salida del vestuario no cambió el panorama, y bastaron cinco minutos para confirmar que Holanda juega cómo y cuando quiere. Robben calcó su acción del primer gol y estuvo a punto de hacer el segundo, pero Mucha estuvo rápido de reflejos. El portero eslovaco se lució en la acción siguiente tras una jugada preciosa y preciosista del propio Robben -hoy a su mejor nivel-, que tras lucirse en el regate, sirvió el pase de la muerte al defensa Mathijsen, que perdonó la sentencia en la medida en la que la evitó el portero.


Convertido en la estrella eslovaca a esas alturas del choque, Mucha se jugó el tipo para despejar una falta a la que Van Persie había dotado de una rosca endemoniada. Holanda estaba ya desatada, y sus ataques se multiplicaban en oleadas con Sneijder y Robben al mando. A ambos se les ve cómodos, que digo, felices cuando se juntan, su asociación surge de forma natural sobre el campo, y lo que el Real Madrid les arrebató Holanda se lo devuelve en cada cita.

El partido había renacido, Eslovaquia reaccionado y Holanda jugada con fuego. Estaba la oranje tan cerca de las llamas que olía a quemado, y decidió estirarse. Con eso le vale para rondar el gol, pero esta vez fue Kuyt el que perdonó. Para entonces Eslovaquía ya se había transformado, su juego había crecido apoyado en su fondo físico, una fortaleza que le permitió cambiar la velocidad del juego y tutear a su rival. Pero otra vez, cuando más sufría Holanda, la suerte decidió en este Mundial .

El meta eslovaco, pilar y esperanza del equipo hasta ese momento, cantó en su salida fuera del área para despejar un saque de falta y Kuyt, siempre al quite, lo aprovechó con un autopase de cabeza para regalar el 2-0 a Sneijder. Era el minuto 84, y aunque la aventura de Eslovaquia había terminado, aún sacaron orgullo para buscar el gol. Llegó de penalti tras una jugada personal de Jakubko. Acertó Undiano Mallenco, hoy sí, al señalar el castigo. La honra la firmó el goleador Vittek, pero esta ya estaba sobradamente lograda por una Eslovaquia que ha dado el nivel en su primera participación en la Copa del Mundo como país independiente. Su nota supera el aprobado, y siempre podrá presumir de haber humillado a Italia.

Holanda es otra cosa. Ha cambiado su estilo, especula con el resultado y luego, de pronto, destapa sus esencias, juega a todo y a nada, se evade por momentos y explota sin aviso, sometida a una ruleta rusa permanente que la condena a un sufirmiento innecesario.





INCIDENCIAS


Holanda 2: Stekelenburg, Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Van Bronckhorst, Van Bommel, De Jong, Sneijder (Afellay, m.91), Robben (Elia, m.71), Kuyt y Van Persie (Huntelaar, m.77).

Eslovaquia 1: Mucha, Pekarik, Skrtel, Durica, Zabavnik (Jakubko, m.86), Kukca, Stoch, Weiss (Sapara, m.86), Jendresik (Kopunek, m.71), Hamsik y Vittek.

Goles: 1-0, m.18: Robben; 2-0, m.84: Sneijder. 2-1, 92: Vittek, de penalti.

Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (ESP). Mostró tarjeta amarilla a Robben (m.32), Kucka (m.40) y Kopunek (m.72).

Incidencias: encuentro de octavos de final del Mundial 2010, disputado en el estadio Moses Mabhida de Durban ante unos 61.900 espectadores.

domingo, 27 de junio de 2010

GRACIAS A CARLITOS...Y A ROSETTI


Un polémico gol de Carlos Tévez (en clara posición adelantada) bastó para desequilibrar un partido parejo hasta ese momento, pero el error de Rosetti y su terna, hizó que los mexicanos perdieran concentración y mostrarán vacilaciones en defensa, errores quer los argentinso aprovecharon para liquidar el partido.

Serán los décimos que disputará la albiceleste, que se medirá a Alemania en una reedición de las finales del '86, la última que ganó Argentina, la del 90, que ganaron los germanos, y los argentinos buscarán revancha de la eliminación por penales que sufrieron en el mundial 2006, en cuartos de final.

Argentina logró la clasificación en un partido en el que se llevó un premio demasiado grande ante una México que le jugó de igual a igual, que le dio la batalla en todas las trincheras del campo, pero que pecó de falta de maldad a la hora de buscar el arco rival.

La albiceleste volvió a mostrar que su potencia ofensiva es un arma temible que oculta las carencias que pueda tener el equipo en otras líneas.

Veinte goles anotados en los siete últimos encuentros, diez de ellos en el Mundial, son una estadística demoledora para un equipo acusado de no defender bien, pero cuyo arco sólo ha sido vencido en dos ocasiones.

Unas cifras que muestran que la Argentina de Maradona es puro ataque y que, con eso, buscará la final del Mundial.

Frente a la candidez mexicana triunfó la picardía argentina, que sacó un máximo rendimiento a sus escasas acciones, aprovechó lo poco que tuvo para llevarse una goleada excesiva, demasiado premio a su juego, excesivo castigo a la implicación de la "Tri".

Los de Javier Aguirre podrán incluso sentirse damnificados de un clamoroso error arbitral, que concedió el primer tanto a Carlos Tévez pese a que estaba en fuera de juego cuando remató de cabeza el tanto.

Esa jugada cambió el signo de un partido que hasta ese momento estaba equilibrado, por no decir algo inclinado del lado mexicano.

Fueron los verdes los que habían dispuesto hasta ese momento de las mejores ocasiones. Carlos Salcido estrelló un balón en el travesaño a los 8 minutos, y Andrés Guardado rozó el palo derecho de Romero a la siguiente posibilidad.

Los avisos de México mostraban que sobre el terreno Argentina tenía por primera vez en el Mundial un rival temible, un adversario capaz de hacer sombra al equipo que se viene paseando por Sudáfrica.

Pero a poco que los de Maradona tomaron aliento, que Lionel Messi comenzó a hacer acto de presencia, el peligro cambió de lado. Y frente a las intenciones verdes llegaron los golpes albicelestes.

Como de costumbre, el rosarino estuvo en el origen del primer tanto, gracias a un pase magistral a Tévez, que se estrelló con Pérez. El balón rebotado cayó en los pies de Messi, quien le sacó provecho a todo y que le dio una gran asistencia a Tévez.

En fuera de juego, el atacante del Manchester City envió el balón a la red. El asistente no levantó la bandera y el árbitro concedió el tanto.

La repetición en las pantallas gigantes del estadio sembraron la duda en el asistente, quien le avisó al árbitro de su posible error. Pero el italiano Roberto Rosetti no cambió su decisión y el tanto subió al marcador.

Las protestas y verse abajo en el marcador sacaron a México del partido. Márquez vio una amarilla y el equipo, hasta ese momento bien plantado en el campo, se desdibujó.

Fruto del desconcierto mexicano fue el segundo tanto albiceleste, nacido de un error de Osorio, quien se equivocó en la salida y dejó el balón a Higuaín. El Pipita esquivó a Pérez y marcó su cuarto tanto en el Mundial, lo que le eleva a lo más alto de la clasificación de anotadores.

Argentina se marchó a los vestuarios encantada de la recompensa obtenida con tan poco esfuerzo y México agraviado por verse con tantos rasguños inmerecidos. La frustración mexicana se transformó en pelea a la entrada de los vestuarios.

El ingreso de Pablo Barrera por Adolfo Bautista en el descanso, le dio más profundidad a la "Tri", que abrió el campo por la banda izquierda y dio trabajo a la defensa albiceleste.

Pero México siguió adoleciendo de falta puntería y, cuando parecía que podía poner en peligro a la defensa argentina se encontró con un tercer mazazo, otro golpe directo nacido de una genialidad de Tévez, quien desde fuera del área sacó un potente derechazo que encontró el àngulo izquierdo del arco defendido por Pérez.

El partido estaba sentenciado y Argentina se dedicó a contemporizar mientras México agonizaba en su propia impotencia.

Tuvo que venir una acción de Javier "Chicharito" Hernández, una jugada de fuerza y talento, una internada en el área que culminó con un fuerte disparo ante el que nada pudo hacer Romero.

Méxicó marcó el tanto de la honra y poco más pudo hacer. Le faltó la pujanza ofensiva, esa misma que derrocha a raudales Argentina.

TANQUES ALEMÁNES


Alemania arrolló por completo (4 -1) a una mediocre selección inglesa. Los germanos mostraron contundencia, sobre todo para capitalizar los errores clamorosos de la defensa británica.

Un partido dinámico, uno de los pocos con ese ritmo vertiginoso que este mundial nos ah mostrado, quizá sea ese el motivo por el cual muchos recordarán este partido, aunque el gol que no le convalidaron a Lampard seguramente será otra gran postal de esta Copa del Mundo.

Comenzó en ventaja Alemania, que dominaba a gusto el partido en los primeros minutos: así fue que a los 19, Miroslav Klose definió de derecha un pase/asistencia de su arquero al que también ayudó la desconcentración de la última línea de los ingleses.

A los 32, en tanto, los de Löw parecían sentenciar la ilusión inglesa cuando Lukas Podolski culminó una jugada de dos toques iniciada por Müller, quien se sobrepuso a la marca de Terry y habilitó al delantero del FC Köln, para cruzarla de derecha y gritar el segundo tanto germano.

Alemania ejecutaba el plan perfecto. Inglaterra estaba desconcertado y abofeteado por la realidad.Sin embargo, todo cambió a partir de los 37: Gerrard envió un centro que contó con una elevación perfecta de Matt Upson.

El defensor pareció sostenerse en el aire más tiempo de lo naturalmente posible y el descuento abrió el partido.Los de Capello se fueron con todo por la igualdad y la consiguieron, solo que por un error del asistente de Jorge Larrionda privó a Lampard del 2-2.

El volante del Chelsea remató desde afuera del área y la pelota, tras dar en el travesaño, picó claramente dentro del arco defendido por Manuel Neuer; sin embargo, el colegiado uruguayo sólo dijo: "siga, siga".

No hubo tiempo para más. Inglaterra se fue mascando bronca a su vestuario y Alemania se secó ese sudor helado que le corrió por el cuerpo cuando creyó que el gol valía.El segundo tiempo fue otra cosa: los germanos esperaron de contra y así lograron la ventaja de dos goles que sentenciaba el encuentro.

A los 22 minutos del complemento, Müller recibió dentro del área la terminación de un contraataque y fusiló a James, de escasa resistencia.Los intentos de Inglaterra chocaban con su propia indignación, con su propia rabia, con ese sentimiento que les oprimía el pecho al no poder digerir lo ocurrido.

Alemania se dio cuenta y puso cifras definitivas al partido cuando a los 25 minutos Ozil superó a Barry en velocidad y mandó un centro al segundo palo para servir a Müller su segundo tanto, el cuarto de Alemania, que desde "el caso Lampard" disfrutaba de su pasaje a los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010.

Síntesis:

Alemania (4) Neuer; Lahm, Mertesacker, Friedrich y Jansen; Khedira y Schweinsteiger; Müller, Özil, Podolski y Klose. DT: Joachim Löw.
Cambios: Gòmez x Klose (72') Trochowsky x Muller (72') Kiessling x Ozil (82')
Goles: Klose (20') , Podolski (32') , Muller (67', 70')
Tarjetas amarilla:Friedrich

Inglaterra (1) James; Johnson, Upson, Terry y Ashley Cole; Barry, Milner, Lampard y Gerrard; Rooney y Defoe. DT: Fabio Capello.
Cambios: J. Cole x Milner (64') Heskey x Defoe (71') Phillips x Jhonson (87')
Gol: Upson (37')
Tarjeta amarilla: Glen Jhonson

Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay)
Estadio: Free State



sábado, 26 de junio de 2010

AFRICA MÍA


Ghana derrotó a Estados Unidos por 2 a 1 en la ciudad de Rustenburgo en uno de los partidos correspondientes a los octavos de final del Mundial Sudáfrica 2010. De esta forma, el conjunto africano jugará con Uruguay en los cuartos de final.

Los primeros minutos fueron para los africanos que luego de un par insinuaciones consiguieron marcar el 1 a 0 con tiro esquinado de Kevin-Prince Boateng a los 5 del primer tiempo que venció la resistencia de Tim Howard.

El equipo de Milovan Rajevac presionó en la salida de los defensores de su rival, que, en la primera parte, no encontró como revertir la velocidad de los jugadores ghaneses.

Asamoah Gyan volvió a asustar a los 18 al público del conjunto de Bob Bradley con un tiro libre que el portero norteamericano terminó despejando.

Ghana hizo de su manejo y distribución de la pelota su mejor arma, mientras que su rival no consiguió frenar los avances de los mediocampistas africanos, quienes hasta ese momento eran el eje de su equipo.

A pesar de esto, los Estados Unidos pudo poner la igualdad después de que Robbie Findley quedara, a los 35, mano a mano con Richard Kingson, quien con la pierna terminó salvando a su conjunto.

Los norteamericanos volvieron a equivocarse en el fondo y Kwadwo Asamoah casi pone el segundo de los ghaneses a los 37 pero Howard volvió a intervenir y arrojó el balón al corner.

El entretiempo dejo mejor parados a los africanos, quienes fueron mejores el los primeros 45, aunque todavía les restaba un tiempo a los norteamericanos para tratar de dar vuelta la situación.

Al minuto de la segunda etapa, el conjunto de Brabley tuvo la oportunidad de poner el empate pero Kingson le contuvo un remate a Benny Feilhaber, luego un error de la última línea del equipo de África.

El árbitro húngaro Viktor Kassai paso a ser protagonista del partido cuando a los 15 le cobró una falta a Jonathan Mensah dentro de su área, que Landon Donovan cambio por gol y así marcó la igualdad.

La segunda parte cambio drásticamente y Estados Unidos tomo las riendas del partido con toques precisos y rápidos, aunque sin sorprender a la defensa de las Estrellas Negras, que parecían una sombra del equipo que fueron en la primera etapa.

Cuando faltaban diez minutos para el final, Jozy Altidore pudo poner en ventaja a los norteamericanos pero el delantero del Villareal definió cayéndose y la pelota se fue por la línea de fondo.

Pasados los 90 minutos reglamentarios, el encuentro entró en la primera parte de la prórroga y los ghaneses salieron con todo y marcaron la ventaja gracias a Gyan, quien soportó la marca y remató fuerte para batir al portero estadounidense.

En el alargue hubo poco de ambos equipos pero los africanos consiguieron el tanto que los llevó a cuartos de final, en donde deberán enfrentar a Uruguay. En la totalidad del partido, Ghana terminó siendo más que su rival que ante cada gol de las Estrellas Negras encontró la forma de revertir la situación.

Síntesis:

Estados Unidos (1) Howard; Bocanegra, DeMerit, Bornstein, Cherundolo; Dempsey, Donovan, Bradley, Clark; Findley y Altidore DT: Bob Badley.

Ghana (2) Kingson; John Mensah, Paintsil, Sarpei, Jonathan Mensah; Inkoom, Boateng Annan, Asamoah; Gyan y Ayew DT: Milovan Rajevac.

Árbitro: Viktor Kassai (Hungría)
Estadio: Riyal Bafokeng, Rustenburgo.

URUGUAY A CUARTOS DE LA MANO DE 'LUISITO'


Tuvieron que pasar cuarenta años para que la selección uruguaya vuelva a escribir parrafos gloriosos en su historía en los mundiales y clasificar a los cuartos de final de un mundial. Con una genialidad de Luís Suárez, los 'charruas', eliminaron a los coreanos que hicieron un partido más que decoroso.

Se midieron, se probaron, se asustaron, hasta que uno abrió el marcador. Así de entretenido arrancó el partido entre uruguayos y surcoreanos. Porque los dos equipos salieron a proponer un juego ofensivo, sin guardarse nada, y como el mediocampo de ambos no fue del todo combativo, las jugadas de ataque se daban constantemente.

A los cinco minutos lo tuvo Park Chu Young, pero su tiro libre se estrelló en el palo derecho de Muslera. Casi al instante, los charrúas crearon una contra que parecía dilapidarse, hasta que el balón llegó a los pies de Diego Forlán. El ex jugador de Independiente, situado en el extremo izquierdo, cruzó la pelota rasante, al área. El arquero coreano no pudo controlarla, y por atrás apareció Luis Suárez para marcar el 1-0.

Con el gol a favor, Uruguay fue otro equipo, más combativo, con más dinámica y con una movilidad asombrosa por parte de sus delanteros, aunque atrás sufrió cada vez que Corea del Sur enarbolaba una jugada de ataque.

Los asiáticos basaban su juego en el trabajo de Park Ji Sung y Park Chu Young, dos futbolistas de buen pie, que se colocaron a atrás de Diego Pérez y Arévalo Ríos para causarle dolores de cabeza a Tabárez.

"La Celeste" cayó en nivel e intensidad de juego, perdió la referencia de Forlán y Suárez se quedó sin aire. Así, los coreanos crecieron. Pero a los 42 hubo una acción que pudo haber cambiado el cauce del partido. Una mano de un defensor asiático impidió un remate del autor del gol, el árbitro la juzgó sin intención, aunque dio la sensación de haber sido un claro penal.

La segunda etapa dejó al descubierto varios metros de cancha para que Uruguay pudiera explotar. Porque Corea del Sur se paró más arriba, pero a su torpeza para definir le sumó las falencias para defender.

Lo tuvo dos veces consecutivas Chu Young, pero a una llegó tarde y en la otra definió pésimo, con la pelota picando a cinco metros del arco. De tanto ir, Corea encontró el empate. Fue tras una mala salida del arquero Muslera, Lee Chung-yong la aprovechó y de cabeza marcó el 1-1.

Pero Uruguay renació de sus cenizas y a falta de nueve minutos puso el 2-1 con un gol de gran factura. Cuando peor la pasaba, cuando menos piernas tenía, los celestes lograron un triunfo que los mete en cuartos de final tras 40 años.

Sufrió más de la cuenta, pero a ningún uruguayo le importará. Es tiempo de festejar y soñar con otro paso más.

Uruguay (2) Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Diego Godín, Jorge Fucile; Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos, Álvaro Pereira; Diego Forlán, Edinson Cavani y Luis Suárez. DT: Oscar Tabárez.
Corea del Sur (1) Jung Sung-ryong; Cha Du-ri, Cho Yong-hyung, Lee Jung-soo, Young-pyo Lee; Lee Chung-yong, Ki Sung-yueng, Kim Jung-woo, Park Ji-sung; Yeom Ki-hun, Park Chu-young. DT: Huh Jung-Moo.

Goles: 7 PT Suárez (U); 22 ST Lee Chung-Yong (CS); 35 ST Suárez (U)
Amonestados: 37 PT 8 Kim Jung-Woo (CS), 23 ST Du Ri (CS)

Árbitro: Wolfgang Stark (GER).
Estadio: Nelson Mandela


jueves, 24 de junio de 2010

PARAGUAY LLEGÓ PRIMERO



Paraguay logró hoy, por cuarta vez en su historia, el pase a Octavos de Final de un Mundial, el de Sudáfrica, tras empatar sin goles en el último partido de la primera fase contra Nueva Zelanda, y lo hizo con el brillo de ser primera de un grupo en el que estaba la campeona del mundo, Italia, que fue eliminada al perder frente a Eslovaquia (3-2).

Los guaranís evitan así a la siempre peligrosa Holanda, previsible triunfadora del grupo E, del que saldrá su rival para conquistar, por primera vez, los Cuartos de Final.

La Paraguay de Gerardo Martino ya se iguala con la que en 1986 condujo Cayetano Ros a los Octavos del Mundial de México; a la que en 1998 los jugó de la mano del brasileño Paulo César Carpegiani; y a la que en 2002 lo hizo entrenada por el italiano Césare Maldini.

Para eso tendrá que sumar su segunda victoria en un Mundial, algo que no ha conseguido en ninguna de sus siete participaciones anteriores.

Y ante Nueva Zelanda lo pudo conseguir, pero los de Martino no arriesgaron demasiado, sabedores de que el empate les servía para estar en la segunda fase, incluso lograr el primer puesto, a medida que las noticias que llegaban del Eslovaquia-Italia confirmaban la desgracia de los campeones del mundo.

Caniza en dos ocasiones, Da Silva, Valdez y Cardozo lo intentaron, pero sólo el jugador del Borussia Dormunt acertó a disparar entre los tres palos, donde encontró a un inspirado Paston.

En la reanudación Nueva Zelanda pareció estirarse un poco y Elliot buscó en un disparo la escuadra paraguaya, pero su tiro fue desviado.

En esa configuración los guaraníes encontraron más huecos. Riveros pudo marcar de cabeza al saque de un córner de estrategia en el minuto 62, pero de nuevo apareció el guardameta "kiwi".

Martino vio la ocasión de ir a buscar la segunda victoria del Mundial y dio entrada a Barrios y a Edgar Benítez, dos atacantes que refrescaron la ofensiva rojiblanca.

La entrada de Barrios espoleó al equipo y el jugador del Borussia dispuso de una ocasión nada más pisar el césped, pero su disparo se fue desviado.

Ahí llegaron los mejores minutos de Paraguay, que se hizo merecedor de la victoria, evitada por la gran actuación de Paston. Servido por Santa Cruz, Benítez dispuso de una buena ocasión en el minuto 75, pero se encontró con el portero.

Al minuto siguiente fue Santa Cruz el que obligó a estirarse al meta oceánico.

El resultado fue inamovible y abre a Paraguay las puertas de su gloria particular.

Síntesis

Paraguay (0) Justo Villar; Denis Caniza, Julio Cáceres, Paulo Da Silva, Claudio Morel; Cristian Riveros, Víctor Cáceres, Enrique Vera; Nelson Valdez (Edgar Benítez, m.67), Roque Santa Cruz, Óscar Cardozo (Lucas Barrios, m.66)

Nueva Zelanda(0) Mark Paston; Winston Reid, Ryan Nelsen, Ivan Vicelich, Tommy Smith; Leo Bertos, Simon Elliot, Tony Lochhead; Rory Fallon (Chris Wood, m.69), Chris Killen (Jeremy Brockie, m.79) y Shane Smeltz.

Árbitro: Yuichi Nishimura (JAP), amonestó a los paraguayos Víctor Cáceres y Roque Santa Cruz y al neozelandés Nelsen.
Estadio:Peter Mokaba de Polokwane

ARRIVEDERCI ITALIA



En un partido para el infarto, Eslovaquia superó a Italia por 3 a 2 y lo dejó fuera del Mundial. La última vez que los italianos no pasaron la primera ronda fue en la Copa del Mundo de Alemania 1974.

Los eslovacos salieron a jugar el partido con mucha decisión y se hicieron dueños de las acciones desde el primer minuto, aprovechando la confusión futbolística del equipo de Lippi.

Los dirigidos por Vladimír Weiss estuvieron siempre en ventaja -incluso por dos goles- pero Italia, pese a jugar muy mal, fue un duro rival que no se entregó y dio pelea hasta el último minuto.Lo primera jugada la tuvo Marek Hamsik cuando se jugaban 6 minutos, pero el volante del Nápoli -pese a estar en soledad en el punto del penal- remató mordido de zurda y la pelota se fue muy desviada.
Moviendo la pelota de lado a lado, los eslovacos provocaban un importante desgaste en los italianos, que corrían detrás de la jugada sin llegar a cortar, salvo con reiteradas infracciones.
El gol terminó llegando por decantación, luego de un error en la última línea italiana, aprovechado por el oportunista Robert Vittek, que definió con un derechazo cruzado. Sin reacción, la escuadra de Lippi fue salvada por Federico Marchetti, quien con una volada sobre su palo derecho evitó el segundo gol tras un violento remate de Zdeno Strba desde 30 metros.

En el epílogo de la primera parte, Stoch sacó un "bombazo" desde la medialuna del área que pasó muy cerca del palo izquierdo.Los cambios dispuestos por Marcello Lippi en el inicio del complemento no cambiaron la historia, ya que Italia seguía errática y lejos del arco de Jan Mucha, mientras que los eslovacos continuaban mostrándose más peligrosos.

La "azzurra" era más empuje que fútbol y estuvo cerca de la igualdad, pero la falta de puntería y la férrea defensa eslovaca impidieron el gol. Dentro de este contexto, llegó el segundo gol de Vittek, que pareció poner cifras definitivas al partido.

Sin embargo, Di Natale logró descontar y el partido tomó un tinte dramático.Con Andrea Pirlo en cancha, los italianos buscaban un nuevo gol que les permitiera acceder a los octavos de final. El empuje no alcanzaba y encima el recién ingresado Kopunek puso el 3-1 en una insólito descuido de la zaga italiana.En tiempo de descuento, Quagliarella metió un golazo picando la pelota desde 25 metros, volviendo a dejar el final abierto.

Sin embargo, los eslovacos lograron aguantar los últimos embates del campeón del Mundo, que herido de muerte dio pelea hasta el segundo final.

Síntesis:

Eslovaquia (3)
Jan Mucha, Peter Pekarik, Martin Skrtel, Jan Durica, Radoslav Zabavnik, Juraj Kucka, Zdeno Strba, Marek Hamsik, Robert Vittek, Miroslav Stoch, Erik Jendrisek.
Italia(2) Federico Marchetti, Gianluca Zambrotta, Giorgio Chielini, Fabio Cannavaro, Domenico Criscito, Gennaro Gattuso, Daniele De Rossi, Riccardo Motolivo, Simone Pepe; Vincenzo Iaquinta y Antonio Di Natale.
Gol en el primer tiempo: 25m Vittek (E).Goles en el segundo tiempo: 28m Vittek (E), 36m Di Natale (I), 44m Kopunek (E), 47m Quagliarella (I).
Árbitro: Howard Webb (Inglaterra).
Estadio: Ellis Park (Johannesburgo).

martes, 22 de junio de 2010

MISIÓN CUMPLIDA

Argentina se consolida como el gran favorito a ganar la Copa del Mundo, jugando con suplentes le ganó 2 a 0 a Grecia y pasa con puntaje perfecto




El que no tiene fútbol se jugaba la vida y el que lo tiene no se jugaba nada. Uno cambió hasta ocho jugadores con respecto al anterior partido y aún así presentó un equipo de garantías (Milito o Agüero entrando en un lujoso plan B) y el otro perdió sobre la marcha y por lesión, sin tiempo para un toque épico de corneta, a dos de sus escasos baluartes, Karagounis y Katsouranis. Argentina dominó por obligación y ganó por inercia. Será primera de grupo y jugará contra México en octavos. Grecia se puso en manos de uno de los habituales entramados ultra defensivos de Rehhagel, apenas hilvanó juego y se despide del Mundial por la puerta de atrás. La Euro 2004 queda cada vez más lejos y su nivel actual no da para jugarse las habichuelas contra Argentina. Ni contra Argentina B. Ni siquiera contra el plan C, un brindis al sol de Maradona: tuvo minutos Palermo y el veterano delantero marcó el gol que redondeó el marcador.


Todo es felicidad en una Argentina que sin más carne que la justa en el asador ventiló a un rival que estuvo vivo durante medio partido sin más argumento que las matemáticas, la cábala y la probabilística. En el campo Grecia nunca fue un aspirante real. Rehhagel volvió a jugar en su campo y en función del rival.
Con su plan vivió y con él murió: acumuló hombres en defensa y en la zona de tres cuartos rival. Y su equipo basculó y destruyó aupado por la poca necesidad de una Argentina en algunas fases abúlica pero que rajaba la armadura rival en cuanto pisaba el acelerador. Tras las tablas del descanso y con un ojo puesto en el Nigeria - Corea, Grecia fiaba su destino a los balones largos a un Samaras completamente abandonado a su suerte. El esforzado delantero la tuvo nada más volver de vestuarios y ahí acabó el equipo heleno, rematado por las lesiones de Karagounis y Katsouranis.


En cuanto Grecia liberó mínimamente a su presa, Argentina mordió y selló un resultado que le sirve para adornar su clasificación con el pleno: nueve puntos sobre nueve. Pero sobre todo le sirve para mandar otro aviso a sus rivales. Tras las dudas y las críticas ha llegado al Mundial con un plan mejor estructurado de lo previsto, con las ideas claras y un concepto de juego centrado en su tradicional competitividad, en sus galones y en el valor de un ejército demoledor en campo rival. Un equipo liderado por Messi, que tampoco descansó y tampoco marcó.
En el día en el que se esperaba un guiño del destino, 24 años después del gol de Maradona a Inglaterra, Messi asumió la capitanía albiceleste y fue otra vez faro absoluto del juego. Su calidad apareció con cuentagotas pero dejó los mejores detalles del partido: conducción, quiebros y remates marca de la casa. Otra vez se encontró con el portero rival y otra vez se encontró con el poste. Y quizá eso sea otra mala noticia para los rivales de Argentina: Messi, fino y relajado, parece estar guardándose los goles para la fase definitiva del campeonato.

Del partido saca Maradona la constatación de que tiene un equipo que confía a muerte en su plan y de que ha dado con la tecla al centrar a Messi y usarlo de lanzadera entre una zona de creación algo lenta y un ataque supersónico, demoledor. Y saca las buenas sensaciones que dejaron jugadores como Clemente, perseverante en la izquierda, un Bolatti cómodo pero algo tímido en el '5' y un Agüero que fue el mejor del primer tiempo y que pudo marcar en dos ocasiones. El 'Kun' aprovechó mejor la oportunidad que un Milito siempre inteligente en sus movimientos pero poco participativo y quizá su papel en el Mundial apunte a más importante del que se preveía. Como el de Argentina, ahora mismo uno de los candidatos más firmes y con más argumentos para convertirse en campeón.


En paralelo Grecia se hartó de perseguir rivales y bajó los brazos y Argentina pisó el acelerador lo justo. Ya jugaban Di María y Pastore, y Messi forzó lo justo para lavar la cara de un partido de perfil hasta entonces absolutamente bajo. Demichelis remachó en el área pequeña el primer gol y el segundo, tras jugada de Leo, lo fusiló Palermo. Otro capricho de Maradona que salió a pedir de boca. Así está siendo el Mundial para Argentina: cuesta abajo y feliz, una balsa de aceite alejada de la histeria en la que viven otros aspirantes. Ahora llega la hora de la verdad y México es la primera parada con fuego real en el camino de la albiceleste. La hora de la verdad, justo cuando el suelo puede desaparecer debajo de los pies. Será el sábado y será a máxima presión, las antípodas de lo vivido ante Grecia. El momento de demostrar que es la hora de Messi, la hora de Argentina.

ESTADISTICAS

Grecia: Alexandros Tzorvas; Sotirios Kyrgiakos, Loukas Vyntra, Avraam Papadopoulos, Vassilis Torosidis (Patsa, m.55); Vangelis Moras; Alexandros Tziolis, Sokratis Papastathopoulos, Giorgos Karagounis (Spyropoulos, m.46), Costas Katsouranis (Ninis, m.54); Georgios Samaras

Argentina: Sergio Romero; Nicolás Ottamendi, Martín Demichelis, Nicolás Burdisso, Clemente Rodríguez; Maxi Rodríguez Di María, m.63), Mario Bolatti, Juan Sebastián Verón; Sergio Agüero (Javier Pastore, m.77), Lionel Messi y Diego Milito (Martín Palermo, m.80).

Goles: 0-1, m.77: Demichelis; 0-2, m.89: Palermo

Árbitro: Ravshan Irmatov (UZB), amonestó al griego Katsouranis y al argentino Bolatti.

Incidencias: Tercer encuentro de la primera fase del Mundial de Sudáfrica disputado en el estadio Peter Mokava de Polokwane ante unos 40.000 espectadores

ACABO LA VERGUEZA FRANCESA....

Termino una de las campañas mas desastrozas de Francia en los mundiales, cayó 2 a 1 pero eso es lo de menos. Deja Sudáfrica 2010 en medio de una crisis interna que deja muy mal a la selección gala.




'Impostores'; 'Antipatriotas'; 'Desertores', 'La vergüenza del país' son algunos de los titulares que han decorado los quioscos franceses tras la derrota ante México y, sobre todo, tras los insultos, motines, peleas, amenazas de plante e intervenciones políticas de los últimos días. Imagínense los de hoy, tras hacer el ridículo ante la anfitriona, Sudáfrica, que se despide de su propio Mundial con una digna participación sustentada en 4 puntos y en un coraje constante.



Quizás nunca sepamos si la revolucionaria alineación de Domenech fue alentada por el propio técnico o si simplemente puso a los que quisieron jugar. Antes o después se filtrará. El veterano Cissé entró por el expulsado Anelka; Clichy por el rebelde Evra; Squillaci por el amigo de Henry: Abidal; Alou Diarra por el sancionado Toulalán; Gourcuff por el irregular Malouda; y Gignac por Govou, otro de la vieja guardia. Henry, señalado por algunos como el instigador del motín, salió en la segunda parte, como Malouda y Govou, cuando Francia se arrastraba por el Free State, de Bloemfontein. Domenech, sin apoyos desde que la federación anunciara la contratación de Lorent Blanc, eligió de inicio a los supuestos leales, aunque por el resultado y la actitud plasmada sobre el campo, quizás también le dieron la espalda.



Khumalo y el propio Gourcuff, reclamado durante estos días por parte de la alta sociedad de Francia, pronto se encargaron de matar las pocas opciones que tenían los franceses para clasificarse o por lo menos de retocar su perjudicada imagen. El primero, porque adelantó a Sudáfrica con un espectacular cabezazo ante el gigantón Diaby y después de que Lloris 'se comiera' el vuelo del Jabulani (20'). Y el segundo, porque fue expulsado por ir con el codo en un salto con Sibaya. El colegiado lo consideró agresión y cerró la lúgubre participación de Gourcuff en su primer Mundial (25').


Más tarde, Mphela y el gol de Luis Suárez en el otro partido dieron relevancia a la incertidumbre por la clasificación y dejaron de fondo el descalabro galo. El delantero de los 'bafana, bafana' aprovechó una sucesión de rechaces en el área y la pasividad de Clichy para batir de nuevo a Lloris y poner el 0-2. Dos goles más de los anfitriones, u otros dos de Uruguay, clasificaban a Sudáfrica para los octavos. Algo que se presumía histórico, como ya lo estaba siendo la derrota de los franceses.


En la segunda parte, Mphela trasladó a la escuadra un gran pase interior de Thsabalala y luego Lloris despejó otro disparo desde a frontal del persistente Mphela. La suerte no acompañó a los locales y Francia, en su única jugada trenzada, tiró de orgullo para marcar su primer y único gol en el Mundial. Lo hizo Malouda a pase de Ribéry. El gol sólo sirvió para asustar a Sudáfrica, que prefirió despedirse de su público con una lúcida victoria en lugar de arriesgar e intentar la proeza de golear a los 'Bleus'. Los sudafricanos son los primeros anfitriones de la historia de los mundiales en caer eliminados en la fase de grupos, pero con este triunfo ante Francia se van con la cabeza más alta que nunca.


Con la eliminación de Francia se cierra un ciclo, el de Domenech y el de veteranos como Henry, Anelka, Govou, Gallas y alguno que otro más. Enfrentados durante años en una lucha en la que no ha ganado nadie, porque ahora caerán todos juntos, pero en la que han perdido miles de ilusionados franceses. Y caerán todos porque llega Laurent Blanc a la dirección de los 'Bleus' y en su renovación se intuye sangre fresca. O eso pretende la federación francesa, la misma que dio continuidad a Domenech a pesar del fracaso en la Eurocopa 2008, en la que tampoco pasó la fase de grupos.

Dos años antes de aquella cita, Domenech tomó posesión con el objetivo de recobrar la gloria conseguida en Francia 98' y en la Euro 00'. Lejos de acercarse a estos logros, cuatro años después deja un equipo roto, hundido, gastado y lo peor de todo, enemistado con su propia afición. Una grieta complicada de cerrar y agigantada por la supuesta segregación racial que divide al vestuario y que se extiende a la sociedad francesa. Futbolísticamente, el punto de inflexión del altibajo de Francia en la última década fue la derrota en la final de Alemania 06' ante Italia. El cabezazo de Zidane a Materazzi fue el principio del declive galo, hasta nuestros días.



Hoy, 22 de junio, Francia ha tocado fondo y regresará a casa avergonzada por su propia actitud y por la deplorable imagen que han ofrecido al Mundo, incrementada con una acalorada discusión entre Domenech y Parreira tras el partido. Los franceses han merecido ser blanco de cualquier crítico, aunque su verdadero castigo comenzará cuando pisen patria y miren a la cara a su gente.



EL DESPLANTE DE DOMENECH A PARREIRA






El polémico seleccionador de Francia, Raymond Domenech, se negó a darle la mano al brasileño Carlos Alberto Parreira, DT de Sudáfrica, al término del encuentro en que los locales vencieron a los franceses 2-1 y los eliminaron del Mundial.


Tras el pitazo final del árbitro colombiano Óscar Ruiz, Parreira se dirigió al francés y le tendió la mano para saludarlo, pero éste la rechazó mientras brindaba una explicación ininteligible por televisión, informaron las agencias de noticias.


Una más de Domenech, seguramente uno de los técnicos más criticados del Mundial, quien perdió el respeto hasta de sus jugadores. En los días previos, el delantero Anelka lo insultó y tuvo que ser expulsado del equipo, tras lo cual el grueso de la selección dejó de entrenar un día. Además, Domenech ha sido criticado por Zinedine Zidane, influyente ex estrella de Francia.



ESTADISTICAS


1 - Francia: Lloris, Sagna, Gallas, Squillaci, Clichy, Diarra (Govou, m.82), Diaby, Gignac (Malouda, m.46), Gourcouff, Ribery y Cisse (Henry, m.55).


2 - Sudáfrica: Josehps, Ngcongca (Gaxa, m.55), Mokoena, Khumalo, Masilela, Pienaar, Sibaya, Khuboni (Modise, m.78), Tshbalala, Mphela y Parker (Nomvethe, m.68)


Goles: 0-1, m.20: Khumalo. 0-2, m.37: Mphela. 1-2,m.70: Malouda.


Árbitro: Óscar Ruiz (Colombia). Amonestó al francés Diaby y expulsó a Gourcouff con tarjeta roja directa (m.25).


Incidencias: partido disputado en el Free State Stadium de Bloemfontein, a cuatrocientos kilómetros de Johannesburgo, con 15 grados de temperatura al comienzo del encuentro. Terreno de juego en buenas condiciones.

CON SANGRE CHARRUA

Uruguay confirmó su gran nivel y ganó 1 a 0 a México, la victoria es importante porque evito en octavos a Argentina




Técnicos y jugadores habían señalado por activa y por pasiva que en ningún momento iban a salir al terreno de juego a por el empate. Sólo querían la victoria para pasar a octavos como primeros de grupo. Pero, finalmente, Aguirre se salió del guión y no siguió la idea de Tabárez, Forlán, Dos Santos y compañía. El técnico azteca colocó en la punta de ataque a Guille Franco y a Cuauthemos Blanco y privó a los suyos de todo el potencial ofensivo.



El Vasco regaló 60 minutos de partido para dar más facilidades a Uruguay, que acabó como primera de grupo y todo apunta a que salvará a Argentina en octavos de final. Además, los de Tabárez demostraron que su ataque es uno de los mejores del campeonato. Probablemente, la diferencia estuvo en las parcelas ofensivas de cada equipo. Forlán y Luis Suárez son dos de los mejores del equipo y mientras Blanco sólo está para jugar un solteros contra casados, Guille Franco deja mucho que desear en lo que a calidad futbolística se refiere.



Afortunadamente para Aguirre, México estará en la próxima ronda de la mano de Uruguay y no tuvo que lamentar males mayores. Sudáfrica puso el susto en el cuerpo con su victoria sobre Francia pero fue incapaz de inquietar excesivamente a la 'Tri', que se mereció algo más cuando Barrera y Chicharito entraron al terreno de juego.


Aguirre cambió a Guardado en el descanso


La joven promesa de los mexicanos y el siete de los aztecas hicieron mucho más en apenas cinco minutos que la pareja formada por Blanco y Guille Franco. Aportaron frescura al ataque, fueron una referencia en la delantera y por lo menos, inquietaron a una zaga celeste que había estado muy cómoda durante todo el choque. Ambos, podrían haber tenido como aliados a Dos Santos, que sí estuvo, y a Guardado, que inexplicablemente lo relevó el ex entrenador del Atlético de Madrid en el descanso.



Mientras, los hombres de Tabarez realizaron lo que tienen ensayado: estar ordenados sobre el césped, seguros en defensa, con equilibrio en la medular y sobre todo, buscar a los jugadores de ataques que son letales. La calidad de Luis Suárez y de Forlán permitió a los charrúa imponerse en un grupo en el que decepcionó Francia al acabar última.


Tras varios avisos de los dos puntas ante la meta rival, el futbolista del Ajax culminó una gran jugada de los celestes. Cavani centró desde la derecha al segundo palo y Luis Suárez, demostrando que tiene nivel para estar en un grande de Europa, con todos los respetos para el Ajax, cabeceó al fondo de la red el esférico con una acción digna de un auténtico matador.


Por debajo en el electrónico, los aztecas controlaron más el balón, pero cuando cruzaban la divisoria apenas había ideas para poner en apuros a una zaga liderada por Lugano, muy correcto durante todo el choque. En la última media hora, con Chicharito en el césped, México encerró a Uruguay en su campo, pero era demasiado tarde tras desperdiciar buena parte del partido y no conseguir concretar las ocasiones creadas.



Con todo esto, Uruguay se verá las caras con Corea del Sur si todo termina como parece y México tendrá un cruce complicado frente a la Argentina de Diego Armando Maradona. Lo que parece claro, es que para vencer a la Albiceleste México deberá jugar con delanteros...



ESTADISTICAS


México 0: Óscar Pérez, Francisco Rodríguez, Carlos Salcido, Rafael Márquez, Ricardo Osorio, Héctor Moreno (m.55, Israel Castro), Gerardo Torrado, Andrés Guardado (m.46, Pablo Barrera), Giovani dos Santos, Cuauhtémoc Blanco (m.62, Javier Hernández) y Guillermo Franco. Director técnico: Javier Aguirre.


Uruguay 1: Fernando Muslera, Diego Lugano, Jorge Fucile, Mauricio Victorino, Maximiliano Pereira, Alvaro Pereira (m.76, Andrés Scotti), Diego Pérez, Egidiol Arevalo, Edinson Cavani, Luis Suárez (m.85, Álvaro Fernández) y Diego Forlán. Director técnico: Óscar Washington Tabárez.


Arbitro: El húngaro Viktor Kassai amonestó a Fucile (m.67), a Hernández (m.77) y a Castro (m.85).


Incidencias: Partido 33 del Mundial y correspondiente a la tercera fecha del grupo A que se ha jugado en el Real Bafokeng de Rustenburgo ante 33.425 aficionados, la gran mayoría mexicanos.

COREA REMONTÓ Y PASA A 8TAVOS

Nigeria confirmó la decepción que se tiene de los equipos africanos, empezó ganando pero Corea del Sur remontó y ahora se medirá con Uruguay



El combinado asiático logró un valioso empate ante Nigeria (2-2) que les da el billete para los octavos de final del Mundial de Sudáfrica. Las Águilas Verdes plantaron cara durante todo el encuentro e incluso tuvieron la clasificación en la recta final. Pero el orden coreano no dio opción a los africanos que se despiden de la cita mundialista. Uche y Yakubu marcaron para Nigeria, mientras que Lee Jung Soo y Chu Young lo hicieron para Corea. Los asiáticos se verán las caras ahora ante Uruguay para buscar una plaza en los cuartos de final.


El partido se presentaba especialmente emocionante. Pese a que Nigeria había perdido todos los encuentros de la fase de grupos, en esta última jornada tenía la opción de meterse en los octavos de final si ganaban a los surcoreanos y Argentina hacía lo propio ante Grecia. Y comenzaron fuerte las Águilas Verdes. En el minuto 11 Uche aprovecha una torrija de la zaga de los de Huh Jung Moo para hacer el primero de la noche. Centro raso desde la derecha y el atacante roba la cartera a su par para marcar de primeras.

Sin embargo, Corea del Sur no se iba a echar atrás y se fue a por el partido. Poco a poco fue comiendo terreno y antes del descanso iba a poner las tablas en el luminoso. Centro de falta desde la izquierda y Lee Jung Soo hace una figura extrañísima en el aire para marcar el primero del combinado surcoreano. El defensa remató con la pierna después de intentar hacerlo con la cabeza.

Tras el descanso Nigeria saltó algo dormida y los asiáticos con más ganar de llevarse el partido. Así, Chu Young iba a adelantar a su selección de falta directa, que por cierto fue el primer tanto de esa forma en este Mundial. El surcoreano dispara al palo del portero y Enyeama, que da el famoso pasito al centro, no llega a despejar el cuero. Los de Jung Moo se las prometían muy felices, pero...


Nigeria tuvo la clasificación en la recta final

El combinado de Lars Lagerback se enteró que Argentina iba ganando a Grecia y comenzaron a crecerse. Sabían que un gol les metía en los octavos de final y tuvieron ocasiones claras para cerrar ese milagro. Yakubu puso las tablas en el 68' desde el punto de penalti y Martins erró en el 79' lo que muy pocos delanteros fallan. El nigeriano recibe un pase de la muerte y con Sung-Ryong descolocado manda el esférico directamente fuera.


Obinna saltó al terreno de juego y dos zapatazos desde lejos instauraron el miedo en el equipo surcoreano. Al final no pudo ser y la selección asiática acabó con el milagro africano. Ahora Corea del Sur se tendrá que ver las caras en octavos de final ante Uruguay.

ESTADISTICAS


Nigeria 2: Vincent Enyeama; Chidi Odiah, Joseph Yobo (Echiejile, m.46), Danny Shittu, Rabiu Afolabi; Dickson Etuhu, Nwankwo Kanu (Martins, m.57), Yussuf Ayila, Kalu Uche; Yakubu Ayegbeni (Obinna, m.70), Chinedu Ogbuke Obasi.


Corea del Sur 2: Jung Sung-Ryong; Cha Du-Ri, Cho Yong-Hyung, Lee Jung-Soo, Lee Young-Pyo; Lee Chung-Yong, Ki Sung-Yueng (Jaesung, m.87), Kim Jung-Woo, Park Ji-Sung; Park Chu-Young (Dongjin, m.93), Yeom Ki-Hun (Namil, m.64).


Árbitro: Olegario Benquerenca (Portugal). Tarjetas amarillas a Enyeama, Obasi, Ayila, por Nigeria, y a Namil por Corea del Sur.


Incidencias: partido del grupo B disputado en el estadio de Durban antes unos 40.000 espectadores.

domingo, 20 de junio de 2010

BRASIL GANÓ DE LA MANO DE LUÍS FABIANO



A media máquina y sin sudar mucho, Brasil se llevó hoy una cómoda y contundente victoria por 3 a 1 ante Costa de Marfil, que volvió a decepcionar. Con el triunfo, Brasil se aseguró la clasificación a octavos.

Tal como sucedió contra Corea del Norte, Brasil salió armado de paciencia en busca del triunfo, controlando defensivamente a los marfileños y esperando por la inspiración de alguno de los de arriba.

Así, sin tener que esperar demasiado, una combinación entre Kaká y Luis Fabiano terminó en un golazo del delantero del Sevilla que puso el 1 a 0 y abrió el camino para el triunfo.

Kaká, que pese a no estar en su mejor nivel siempre es desnivelante, habilitó brillantemente a Luis Fabiano, quien mano a mano pero con poco ángulo sacó un tremendo zapatazo que fusiló al arquero africano.

En el arranque del complemento una nueva aparición de Luis Fabiano amplió las diferencias y liquidó el partido, en uno de los goles más lindos de la Copa.

El nueve de Brasil se sacó de arriba a dos marfileños con dos "jopeadas" adentro del área para rematar con todo desde el punto del penal. De no ser por una pequeña ayuda con el brazo para bajar el balón, bien podría decirse que fue el mejor de lo que va del Mundial.

La estocada final llegó a los 17 del segundo tiempo. Una vez más Kaká fue el que con una habilitación dejó sólo a Elano, quien con un toque de primera dentro del área llegó para definir y poner el 3 a 0.

Sobre el final Didier Drogba aprovechó una distracción del fondo de Brasil, apareciendo sólo y habilitado para cabecear sin marca y poner el descuento para Costa de Marfil, que de todos modos mostró una mala imagen, en una nueva decepción africana.

Como si fuera poco, cuando la historia ya estaba más que cocinada, los marfileños se dedicaron más a pegar que a jugar, generando incidentes del campo de juego que insólitamente terminaron con una agresión de Kaká sobre Touré que le costó la segunda amarilla al norteño y la expulsión.

Con el triunfo Brasil llegó a seis unidades, lo que lo deja matemáticamente clasificado a octavos de final. Un empate en la última fecha le asegura el primer puesto del Grupo.

Síntesis:
Brasil(3) Julio César - Maicon, Lucio (cap), Juan, Michel Bastos - Elano (Dani Alves 67), Gilberto Silva, Felipe Melo - Kaká - Luis Fabiano, Robinho (Ramires 90+3). DT: Dunga.
Goles: Luis Fabiano (BRA) 24´, 50´, Elano (BRA) 62´
Tarjetas amarilla:Kaká (85')
Tarjeta roja: Drogba (88')

Costa de Marfil(1) Boubacar Copa Barry - Guy Demel, Kolo Touré, Didier Zokora, Siaka Tiene - Emmanuel Eboué (Romaric 72), Yaya Touré, Cheik Ismaël Tioté - Aruna Dindane (Gervinho 54), Didier Drogba (cap), Salomon Kalou (Abdoul Kader Keita 68). DT: Sven-Goran Eriksson.
Tarjetas amarilla: Tiene (31'), K. Keita (75'), Tioté (86')
Gol: Drogba (CDM) 80´

Arbitro : Stephane Lannoy (Francia).
Estadio : Soccer City, Johannesburgo.