Por: Juan Carlos Schellje
Después de nueve años la mitad del país más uno tiene alegría de gritar a todo pulmón y con la euforia al máximo: “¡somos campeones otra vez!” pues después de una larga sequía Universitario de Deportes celebra un nuevo título nacional, mismo que quizá tenga poco lustre, pero no se puede negar que ha sido bastante trabajado.
Hoy, en el Monumental, la “U” impuso en casa por 1 a 0 –con aquel grito de júbilo de la ‘Trinchera Norte’, que colmó el estadio merengue, y de la totalidad del plantel al gritar el gol del ‘Maestrito’ Nolberto Solano- sobre Alianza Lima, el clásico rival.
La sequía era grande porque, desde el último título nacional, celebrado en el 2000, la “U” se había conformado solo con los campeonatos del Torneo Apertura 2002 y 2008, también algunas malas campañas en competencias internacionales en las que los cremas participaron hicieron que este año la exigencia del hincha merengue sea mayor. Hoy la “U” cumplió el objetivo.
Si un equipo llamado grande no campeona se dice que este fracasó, pero la “U” de Juan Máximo Reynoso Guzmán, entrenador del cuadro merengue, ha demostrado que su equipo es distinto a lo que propone la historia de Universitario. El ‘Cabezón’ Reynoso poco cree en la tradicional garra crema, esa que obligaba a la “U” a ganar con el corazón en los pies, con la creación de fútbol y el sufrimiento defensivo.
Reynoso Guzmán no cree en la “U” que empezaba perdiendo partidos y sobre el final, con angustia los volteaba, el ‘Cabezón’ está convencido con que el trabajo es la clave para el éxito y desde que llegó ese fue el sello que implantó, con el pesar de muchos, en Universitario, pues su plantel funciona como equipo y en él no existe lugar para la estrella o el desubicado, si no estás bien física y tácticamente, Reinoso no te incluye en su cuadro.
Eso es lo que se pudo apreciar hoy en el clásico que la “U” disputó contra Alianza y esa es una conclusión que queda establecida a lo largo de toda la campaña, los jugadores merengues pueden tener problemas técnicos, es decir que tienen la alternativa de presentar carencias para la definición de las jugadas o rematar hacia el arco, tienen chance para mandar el balón hasta la última grada del estadio en el que jueguen o hasta el cielo si así resulta.
Pero, no hay licencias en el aspecto físico, en este; los jugadores están en la obligación de estar enteros para correr los 90 minutos del partido, para marcar y mostrar un funcionamiento de equipo, ahí entra a tallar el aspecto táctico, el cual no solo aborda la distribución de los equipistas en el campo de juego.
También, la forma en la que cada uno trabaja y como se llegan a cohesionar para hacerse fuertes defensiva y ofensivamente. En tal sentido, la fisonomía implantada por Reynoso ha tenido como principal soporte la ductibilidad de los jugadores, es decir que cada elemento pueda acomodarse en una posición distinta a la que le pertenece según la necesidad del partido.
Así, el mexicano ‘Fito’ Espinoza es, quizá, el jugador más representativo del pensamiento Reynoso ya que el volante maneja los dos perfiles, y esto le permite acomodarse como medio externo –tanto por derecha como por izquierda- o como segundo volante central. De igual modo Renzo Revoredo que puede acomodarse en la posición de lateral derecho, zaguero, stopper o lateral-volante.
De igual modo, se podría destacar a otros jugadores del actual plantel merengue que han hallado resultados con la filosofía del ‘Cabezón’, pero la lista sería larga. Otro factor para tener en cuenta con respecto a la obtención del nuevo título que ya luce la vidriera de la “U” está referido hacia el uso de las bandas.
Universitario es un cuadro que puede rotar el balón o tenerlo en su poder mediante pases cortos, pero ofensivamente el trabajo de la “U” resalta en ataque cuando los jugadores usan la banda derecha y la banda izquierda del campo de juego, allí tienen despliegue, velocidad e inteligencia para llegar casi hasta el fondo de la cancha encontrar a una defensa desacomodada y poner el centro pase preciso.
La “U” de Reynoso corre, marca, quita y recupera con eficiencia el balón porque presiona desde que el rival sale de su arco, pero la generación o elaboración de fútbol en el medio campo es el déficit o tarea pendiente que Reynoso Guzmán tiene con el equipo. Solano solo fue estrella una vez.
Durante toda la campaña, después de los continuos cambios de distribución de jugadores en el campo de juego que realizó Juan Reynoso en el primer ‘play off’; causaba expectativa saber como se iba a parar la “U” en el Monumental y a la postre del resultado se puede decir que se plantó como campeón en el verde.
La presión que ejerció la “U” desde el primer minuto de juego asfixió a los jugadores de Alianza, inclusive hasta a su propio director técnico, Gustavo Costas. Durante los minutos iniciales el partido fue disputado en el medio campo, algo friccionado o cortado porque ambos elencos querían obtener la tenencia del esférico.
No obstante, la supremacía merengue consolidó dos frentes importante de juego, el circuito principal se produjo por el sector izquierdo en el que Jesús Rabanal como lateral por ese sector no solo anuló el despliegue del volante derecho de Alianza, Edgar González, sino que también desdobló para colaborar en el ataque.
Por banda izquierda Rabanal se juntó con la movilidad y exquisita técnica del mexicano Fito Espinosa que cuando se juntó con la rapidez y la habilidad de Piero Alva tuvieron a mal traer al bloque defensivo blanquiazul. Así, en el minuto 9’ del encuentro Pedro Aparicio cometió una falta en el área contra el delantero brasilero Ronalde Calheira y segundos más tarde fue ‘Ñol’ Solano quien encendió la llama de euforia en la ‘Trinchera Norte’ que a un solo grito desgarraron la voz celebrando el gol.
El ‘Maestrito’ convirtió, valga señalar que su remate no fue bien ejecutado, pero sirvió para que se introduzca en el arco, Salomón Libman, arquero íntimo, casi ataja el tiro, Libman manoteó el balón, pero no pudo desviar o atajar, mayor convicción quizá; le hubiera permitido evitar la caída de su arco.
Por el sector derecho, la velocidad del juvenil Raúl Ruíz Díaz le imprimió una potencia y frescura inusitada al ataque merengue, incluso el delantero envió un remate en el primer tiempo al arco de Libman que por poco se convierte en gol, de igual modo el lateral de esa banda Renzo Revoredo pasó con determinación al ataque y defensivamente controló al ‘Pato’ Henry Quinteros que jugó como volante izquierdo en Alianza. Reboredo está en la obligación de pulir su técnica para centrar o definir para que su desdoblamiento sea productivo, no vano al dar malos pases.
La zaga central defensiva de Universitario merece líneas aparte; quizá es lo que le permitió a la “U” sostener el partido y la campaña; el argentino Carlos Alberto Galván mostró todos sus dotes de capitán, su madera de líder, su ubicación para pararse en el campo, su temperamento, su técnica y fortaleza humana. El ‘Negro’ anuló a Juan Diego González Vigil y al paraguayo Roberto Ovelar cuando ingresó.
Galván demostró ser un jugador capaz de exponer su propio físico para defender a muerte el balón y a sus colores, protagonizó un durísimo choque con el lateral aliancista Leandro Fleitas que llevó la peor parte, casi sobre el final del partido. Trascendió que el argentino Fleitas tiene una fractura de cráneo en la parte posterior, mientras que Galván terminó con el tabique desviado y fracturado tras el impacto.
El complemento perfecto para Galván ha sido Jhon Galliquio que atraviesa por un excelente momento, tal vez el mejor de su carrera, ha mejorado en su técnica y su velocidad le permitió contrarrestar la misma habilidad del delantero íntimo Wilmer Aguirre. La rapidez de ‘Tyson’ Galliquio le permite disimular a Galván la lentitud de su movilidad.
Finalmente dejamos lo mejor para el final, una vez más Rainer Torres demostró hoy por hoy ser el mejor volante de recuperación que tiene el medio peruano. Rainer desapareció al colombiano Jonier Montaño y fue por su ferria marca que Alianza nunca tuvo creatividad, ni ideas; menos elaboración.
La dinámica del 1-4-3-3 que mandó Reinoso controló el balón y las acciones del juego, se impuso sobre la distribución 1-4-3-1-2 que Gustavo Costas empleo, pero hubo esa diferencia no por la cantidad de jugadores en cada línea del campo, sino porque la “U” cortó y neutralizó los circuitos ofensivos de Alianza., que defensivamente tuvo a un Pedro Aparicio en bajo nivel y a Eduardo Uribe que es mejor recuperador.
Uribe cumple mejor con la posición de volante de marca no con la de lateral en la que hoy jugó. Igualmente Juan Diego González Vigil necesita de mayor técnica para agregarle a todo el corazón que pone cuando sale al campo. En el primer partido definitorio el gol de Alva llegó por un error de Carlos Solís, que no participó en este encuentro.
Hoy el gol de Solano fue convertido gracias al penal cometido por Aparicio, que en el primer tiempo lo más importante que hizo a favor de su equipo fue anticipar a Alva en un corner y ganar en el cabezazo para inquietar el arco de Raúl Fernández, al frentazo le faltó dirección. Es decir… que ambos goles de la “U” en los partidos definitorios llegaron por dos horrores de Alianza antes que por virtudes de la ofensiva merengue.
En síntesis, Universitario de Deportes ganó con absoluta justicia porque fue el mejor, defensivamente siempre estuvo bien parado en el campo de juego, ordenado, presionando y recuperando con rapidez el balón. Aunque, no importa que el juego merengue no luzca –para los que aún somos románticos en el fútbol- la consigna siempre es ganar, obtener los tres puntos que dan los triunfos, pese a que se gane por uno, por dos o por mil goles.
Reinoso cae antipático por sus pleitos absurdos con la prensa, pero se debe reconocer cabalmente su trabajo. Sería mezquino afirmar que la “U” llegó hasta donde se encuentra porque no apareció Montaño en Alianza o porque los otros equipos de el campeonato fueron irregulares, la dedicación de Reinoso con sus actividades son permanentes, perfeccionistas y apasionadas para obtener los mejores resultados.. Ese esfuerzo le ha permitido pasar a la historia grande de Universitario.
Su dedicación le ha devuelto la alegría a una Trinchera sedienta de triunfos y no solo a la barra crema, también a la mitad del país que con ansiedad esperaba después de mucho tiempo coronarse Campeón del Fútbol Peruano, de repente mucha gente no vaya a olvidar ese logro durante las próximas temporadas.
Como equipo grande, la “U” está en la obligación de planificar la campaña para el próximo año, traer los refuerzos correspondientes para afrontar el torneo local y la Copa Libertadores, campeonato internacional en el que la crema participará desde febrero, aunque a los jugadores del actual plantel aún se le adeuden dos meses de sueldo y premios.
Juan Reinoso tiene contrato con la “U” para todo el 2010 o sea hay tiempo para planificar la campaña del próximo año al respetar un proceso serio y responsable, muy probablemente las condiciones de este año sean repetidas el próximo, tanto con la prensa como con el equipo y el aspecto futbolístico, pero por ahora solo hay que reconocer el trabajo y felicitar a Universitario de Deportes o simplemente a la “U” Campeón del Fútbol Peruano 2009.
Hoy, en el Monumental, la “U” impuso en casa por 1 a 0 –con aquel grito de júbilo de la ‘Trinchera Norte’, que colmó el estadio merengue, y de la totalidad del plantel al gritar el gol del ‘Maestrito’ Nolberto Solano- sobre Alianza Lima, el clásico rival.
La sequía era grande porque, desde el último título nacional, celebrado en el 2000, la “U” se había conformado solo con los campeonatos del Torneo Apertura 2002 y 2008, también algunas malas campañas en competencias internacionales en las que los cremas participaron hicieron que este año la exigencia del hincha merengue sea mayor. Hoy la “U” cumplió el objetivo.
Si un equipo llamado grande no campeona se dice que este fracasó, pero la “U” de Juan Máximo Reynoso Guzmán, entrenador del cuadro merengue, ha demostrado que su equipo es distinto a lo que propone la historia de Universitario. El ‘Cabezón’ Reynoso poco cree en la tradicional garra crema, esa que obligaba a la “U” a ganar con el corazón en los pies, con la creación de fútbol y el sufrimiento defensivo.
Reynoso Guzmán no cree en la “U” que empezaba perdiendo partidos y sobre el final, con angustia los volteaba, el ‘Cabezón’ está convencido con que el trabajo es la clave para el éxito y desde que llegó ese fue el sello que implantó, con el pesar de muchos, en Universitario, pues su plantel funciona como equipo y en él no existe lugar para la estrella o el desubicado, si no estás bien física y tácticamente, Reinoso no te incluye en su cuadro.
Eso es lo que se pudo apreciar hoy en el clásico que la “U” disputó contra Alianza y esa es una conclusión que queda establecida a lo largo de toda la campaña, los jugadores merengues pueden tener problemas técnicos, es decir que tienen la alternativa de presentar carencias para la definición de las jugadas o rematar hacia el arco, tienen chance para mandar el balón hasta la última grada del estadio en el que jueguen o hasta el cielo si así resulta.
Pero, no hay licencias en el aspecto físico, en este; los jugadores están en la obligación de estar enteros para correr los 90 minutos del partido, para marcar y mostrar un funcionamiento de equipo, ahí entra a tallar el aspecto táctico, el cual no solo aborda la distribución de los equipistas en el campo de juego.
También, la forma en la que cada uno trabaja y como se llegan a cohesionar para hacerse fuertes defensiva y ofensivamente. En tal sentido, la fisonomía implantada por Reynoso ha tenido como principal soporte la ductibilidad de los jugadores, es decir que cada elemento pueda acomodarse en una posición distinta a la que le pertenece según la necesidad del partido.
Así, el mexicano ‘Fito’ Espinoza es, quizá, el jugador más representativo del pensamiento Reynoso ya que el volante maneja los dos perfiles, y esto le permite acomodarse como medio externo –tanto por derecha como por izquierda- o como segundo volante central. De igual modo Renzo Revoredo que puede acomodarse en la posición de lateral derecho, zaguero, stopper o lateral-volante.
De igual modo, se podría destacar a otros jugadores del actual plantel merengue que han hallado resultados con la filosofía del ‘Cabezón’, pero la lista sería larga. Otro factor para tener en cuenta con respecto a la obtención del nuevo título que ya luce la vidriera de la “U” está referido hacia el uso de las bandas.
Universitario es un cuadro que puede rotar el balón o tenerlo en su poder mediante pases cortos, pero ofensivamente el trabajo de la “U” resalta en ataque cuando los jugadores usan la banda derecha y la banda izquierda del campo de juego, allí tienen despliegue, velocidad e inteligencia para llegar casi hasta el fondo de la cancha encontrar a una defensa desacomodada y poner el centro pase preciso.
La “U” de Reynoso corre, marca, quita y recupera con eficiencia el balón porque presiona desde que el rival sale de su arco, pero la generación o elaboración de fútbol en el medio campo es el déficit o tarea pendiente que Reynoso Guzmán tiene con el equipo. Solano solo fue estrella una vez.
Durante toda la campaña, después de los continuos cambios de distribución de jugadores en el campo de juego que realizó Juan Reynoso en el primer ‘play off’; causaba expectativa saber como se iba a parar la “U” en el Monumental y a la postre del resultado se puede decir que se plantó como campeón en el verde.
La presión que ejerció la “U” desde el primer minuto de juego asfixió a los jugadores de Alianza, inclusive hasta a su propio director técnico, Gustavo Costas. Durante los minutos iniciales el partido fue disputado en el medio campo, algo friccionado o cortado porque ambos elencos querían obtener la tenencia del esférico.
No obstante, la supremacía merengue consolidó dos frentes importante de juego, el circuito principal se produjo por el sector izquierdo en el que Jesús Rabanal como lateral por ese sector no solo anuló el despliegue del volante derecho de Alianza, Edgar González, sino que también desdobló para colaborar en el ataque.
Por banda izquierda Rabanal se juntó con la movilidad y exquisita técnica del mexicano Fito Espinosa que cuando se juntó con la rapidez y la habilidad de Piero Alva tuvieron a mal traer al bloque defensivo blanquiazul. Así, en el minuto 9’ del encuentro Pedro Aparicio cometió una falta en el área contra el delantero brasilero Ronalde Calheira y segundos más tarde fue ‘Ñol’ Solano quien encendió la llama de euforia en la ‘Trinchera Norte’ que a un solo grito desgarraron la voz celebrando el gol.
El ‘Maestrito’ convirtió, valga señalar que su remate no fue bien ejecutado, pero sirvió para que se introduzca en el arco, Salomón Libman, arquero íntimo, casi ataja el tiro, Libman manoteó el balón, pero no pudo desviar o atajar, mayor convicción quizá; le hubiera permitido evitar la caída de su arco.
Por el sector derecho, la velocidad del juvenil Raúl Ruíz Díaz le imprimió una potencia y frescura inusitada al ataque merengue, incluso el delantero envió un remate en el primer tiempo al arco de Libman que por poco se convierte en gol, de igual modo el lateral de esa banda Renzo Revoredo pasó con determinación al ataque y defensivamente controló al ‘Pato’ Henry Quinteros que jugó como volante izquierdo en Alianza. Reboredo está en la obligación de pulir su técnica para centrar o definir para que su desdoblamiento sea productivo, no vano al dar malos pases.
La zaga central defensiva de Universitario merece líneas aparte; quizá es lo que le permitió a la “U” sostener el partido y la campaña; el argentino Carlos Alberto Galván mostró todos sus dotes de capitán, su madera de líder, su ubicación para pararse en el campo, su temperamento, su técnica y fortaleza humana. El ‘Negro’ anuló a Juan Diego González Vigil y al paraguayo Roberto Ovelar cuando ingresó.
Galván demostró ser un jugador capaz de exponer su propio físico para defender a muerte el balón y a sus colores, protagonizó un durísimo choque con el lateral aliancista Leandro Fleitas que llevó la peor parte, casi sobre el final del partido. Trascendió que el argentino Fleitas tiene una fractura de cráneo en la parte posterior, mientras que Galván terminó con el tabique desviado y fracturado tras el impacto.
El complemento perfecto para Galván ha sido Jhon Galliquio que atraviesa por un excelente momento, tal vez el mejor de su carrera, ha mejorado en su técnica y su velocidad le permitió contrarrestar la misma habilidad del delantero íntimo Wilmer Aguirre. La rapidez de ‘Tyson’ Galliquio le permite disimular a Galván la lentitud de su movilidad.
Finalmente dejamos lo mejor para el final, una vez más Rainer Torres demostró hoy por hoy ser el mejor volante de recuperación que tiene el medio peruano. Rainer desapareció al colombiano Jonier Montaño y fue por su ferria marca que Alianza nunca tuvo creatividad, ni ideas; menos elaboración.
La dinámica del 1-4-3-3 que mandó Reinoso controló el balón y las acciones del juego, se impuso sobre la distribución 1-4-3-1-2 que Gustavo Costas empleo, pero hubo esa diferencia no por la cantidad de jugadores en cada línea del campo, sino porque la “U” cortó y neutralizó los circuitos ofensivos de Alianza., que defensivamente tuvo a un Pedro Aparicio en bajo nivel y a Eduardo Uribe que es mejor recuperador.
Uribe cumple mejor con la posición de volante de marca no con la de lateral en la que hoy jugó. Igualmente Juan Diego González Vigil necesita de mayor técnica para agregarle a todo el corazón que pone cuando sale al campo. En el primer partido definitorio el gol de Alva llegó por un error de Carlos Solís, que no participó en este encuentro.
Hoy el gol de Solano fue convertido gracias al penal cometido por Aparicio, que en el primer tiempo lo más importante que hizo a favor de su equipo fue anticipar a Alva en un corner y ganar en el cabezazo para inquietar el arco de Raúl Fernández, al frentazo le faltó dirección. Es decir… que ambos goles de la “U” en los partidos definitorios llegaron por dos horrores de Alianza antes que por virtudes de la ofensiva merengue.
En síntesis, Universitario de Deportes ganó con absoluta justicia porque fue el mejor, defensivamente siempre estuvo bien parado en el campo de juego, ordenado, presionando y recuperando con rapidez el balón. Aunque, no importa que el juego merengue no luzca –para los que aún somos románticos en el fútbol- la consigna siempre es ganar, obtener los tres puntos que dan los triunfos, pese a que se gane por uno, por dos o por mil goles.
Reinoso cae antipático por sus pleitos absurdos con la prensa, pero se debe reconocer cabalmente su trabajo. Sería mezquino afirmar que la “U” llegó hasta donde se encuentra porque no apareció Montaño en Alianza o porque los otros equipos de el campeonato fueron irregulares, la dedicación de Reinoso con sus actividades son permanentes, perfeccionistas y apasionadas para obtener los mejores resultados.. Ese esfuerzo le ha permitido pasar a la historia grande de Universitario.
Su dedicación le ha devuelto la alegría a una Trinchera sedienta de triunfos y no solo a la barra crema, también a la mitad del país que con ansiedad esperaba después de mucho tiempo coronarse Campeón del Fútbol Peruano, de repente mucha gente no vaya a olvidar ese logro durante las próximas temporadas.
Como equipo grande, la “U” está en la obligación de planificar la campaña para el próximo año, traer los refuerzos correspondientes para afrontar el torneo local y la Copa Libertadores, campeonato internacional en el que la crema participará desde febrero, aunque a los jugadores del actual plantel aún se le adeuden dos meses de sueldo y premios.
Juan Reinoso tiene contrato con la “U” para todo el 2010 o sea hay tiempo para planificar la campaña del próximo año al respetar un proceso serio y responsable, muy probablemente las condiciones de este año sean repetidas el próximo, tanto con la prensa como con el equipo y el aspecto futbolístico, pero por ahora solo hay que reconocer el trabajo y felicitar a Universitario de Deportes o simplemente a la “U” Campeón del Fútbol Peruano 2009.
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