FUENTE: MARCA.COM
El 'Scracth' sufrió más de la cuenta para vencer al elenco europeo. Un autogol le abrió el camino a la victoria
Ante una Irlanda que demostró que podría merecerse un lugar en el Mundial, la selección brasileña consiguió ganar 2-0, pero se mostró perfectamente vencible al presentar dos niveles de juego muy diferentes en los dos tiempos del partido, disputado en el Emirates Stadium, en Londres.
Señalada como una de las favoritas a ganar el Mundial de Sudáfrica, la selección brasileña dependió de un autogol de Andrews a los 43 minutos del primer tiempo para conseguir empezar a abrir espacios en la segunda parte. En ésta sí Brasil finalmente logró tener el dominio del balón y Robinho, a quien parece que volver al Santos le hizo bien, marcó un golazo tras un pase de tacón de Grafite, a los 75 minutos.
Durante la primera parte, Irlanda consiguió neutralizar la fuerza ofensiva brasileña. Con poca inspiración en el medio y con mucha dificultad para salir jugando con el balón ante el marcaje implacable de la selección irlandesa, Brasil tuvo dificultad para imponer su juego. Y justamente el primero en llevar peligro al rival fue Keane, que ya a los 4 minutos de juego aprovechó una distracción de Juan y remató desde dentro del área. Julio César atento pudo intervenir. A los 15 minutos, una vez más el portero brasileño tuvo trabajo en un cabezazo de Doyle.
La primera oportunidad real de gol de Brasil surgió a los 26 minutos, con una falta directa de Adriano. El remate, sin embargo, salió al medio del arco, sin mucha dificultad para el portero Given. A partir de ese momento, Brasil logró mantener un poco más el balón en el ataque, pero sin llevar mucho peligro a los irlandeses. Finalmente, los canarinhos contaron con la suerte a los 43 minutos. Robinho recibió un pase de Maicon y, desde el fondo, intentó el centro, pero el balón encontró el pie de Andrews a mitad de camino y se desvió para dentro de la portería.
Después del descanso, la obligación de Irlanda en salir a buscar el empate abrió espacios importantes en el campo y, ahí sí, el talento brasileño, donde destacó Robinho, se impuso y el partido se perfiló casi como un entrenamiento de ataque contra defensa. La coronación del atacante del Santos vino en el minuto 75 cuando, tras una hipnotizante triangulación con Kaká y Grafite, este último le tocó el balón de tacón a Robinho que remató fuera del alcance de Given. Un golazo de regalo a los afortunados que estuvieron presentes en el Emirates.
Pese al resultado, quedó claro al final que un marcaje fuerte y una defensa bien posicionada le crea dificultades a Brasil. Aunque todavía queden tres meses para el Mundial, este amistoso sirve de alerta para los rivales de la canarinha en el Mundial y para España, que puede enfrentarse a los brasileños ya en los octavos de final.
Brasil, 2: Julio César; Maicon (Carlos Eduardo, m.84), Juan, Lucio (Luisao m.83), Michel Bastos; Gilberto Silva, Felipe Melo, Ramires (Alves m.64), Kaká; Robinho (Nilmar, m.77), Adriano (Grafite m.64)
Irlanda, 0: Given; Kelly, McShane, St. Ledger, Kilbane; Andrews, Whelan (Gibson m.56), Lawrence (McCarthy m.68), Duff (McGeady m.56); Doyle (Best m.78), Keane
Goles: 1-0, m.44: Andrews, en propia meta; 2-0, m.75: Robinho
Árbitro: Mike Dean (Inglaterra)
Incidencias: encuentro amistoso disputado en el Emirates Stadium de Londres ante unos 40.000 espectadores.
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