El Barcelona se proclamó ayer campeón de la Liga española de fútbol por segundo año consecutivo tras golear 4-0 al Valladolid, por delante del Real Madrid que empató 1-1 con el Málaga.
Los azulgrana, que hicieron buenos los pronósticos con un gol en propia puerta de Luis Prieto (27') y tres tantos de Pedro (31') y Messi (61' y 75'), empezaron el encuentro algo nerviosos, ante un Valladolid, que necesitaba una victoria para mantener la categoría.
Messi cerró la cuenta con una "joya" al gambetear a dos rivales antes de anotar. El argentino se encaminó hacia la grada para abrazar a su madre y luego tocó por segunda vez en el partido con su mano el nombre de su camiseta. Como si quedaran dudas para saber quién fue el rey del campeón.
El final del partido y comienzo de la fiesta se llevó a cabo en un clima de descarga de tensión, lágrimas y emoción. Messi entonó el "Campeoooones, campeooones" absolutamente empapado en el círculo central, mientras que el suspendido Xavi Hernández se sumaba a la fiesta con la indumentaria del equipo.
"No pienses en una temporada, piensa en la historia", se inscribía en una camiseta especialmente diseñada para la ocasión.
La victoria otorga al Barcelona su vigésimo título liguero, mientras el Real Madrid se quedó en segunda posición tras empatar 1-1 con el Málaga, que se adelantó tempraneramente en el minuto 9 con un gol de Duda. El holandés Rafael Van der Vaart puso el 1-1 definitivo tras revolverse dentro del área (47').
Por otro lado, el técnico de Barcelona, Josep Guardiola, calificó con "una nota altísima" la temporada de su equipo. "Hacer 99 puntos y perder un sólo partido tiene mucho mérito. Tengo una gratitud enorme por los jugadores y les agradezco el trabajo realizado este año", dijo.
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