miércoles, 5 de mayo de 2010

SUEÑA CON EL TRIPLETE

El Inter cumple una temporada de ensueño, gano la Copa de Italia a la Roma, esta por campeonar en la Serie A y juega la final de la Champions el 22, ante el Bayern de Munich

Es la obsesión del Inter. Jose Mourinho tiene entre ceja y ceja consagrarse como el primer entrenador que gana un triplete con un equipo italiano y cuando el luso se propone algo, tiembla el mundo. Hoy ha conseguido la primera Copa de la corona gracias al golazo de Milito ante la Roma y suma el decimosexto título en su carrera. El Calcio y la Champions son sus otros dos objetivos inmediatos.

En la competición doméstica su rival directo es el de hoy, la Roma de Claudio Ranieri, que está a un punto de los interistas y que hoy ha recurrido a la agresividad para levantar la Copa en su propia casa, en el Estadio Olímpico. Pero no pudo ser. Triunfó el Inter, que quiso jugar; y fracasó la Roma, que salió pasada de revoluciones. Ambos se han enfrentado en cinco de las últimas seis finales de Copa, con balance positivo para los interistas: 3-2. La igualdad entre Roma e Inter se rompió gracias a un argentino: Diego Milito y su espíritu ganador.


Como en la vuelta de la semifinal de Champions ante el Barça, una inoportuna y prematura lesión cambió los planes de Jose Mourinho. Si en el Camp Nou sacó a Chivu por el lesionado Pandev, esta vez optó por Mario Balotelli, indultado, para suplir a Wesley Sneijder, que se retiró lesionado en los primeros minutos de partido tras una fuerte entrada de Burdisso. La agresividad del ex interista de la Roma marcó el devenir del encuentro, cargado de intensidad y dureza.


Las contantes irrupciones en el juego afearon una primera parte en la que cayó otro de los guerreros de 'Mou'. Iván Córdoba, que reemplazaba al lesionado Lucio, se tuvo que retirar con un tirón y dejó paso a Samuel. Era el minuto 36 de partido y el Inter ya había gastado dos cambios, y encima no tenía sobre el campo a su mejor pelotero: Wesley Sneijder.

Con todo en contra, el sino del encuentro cambió dos minutos después con una jugada 'made Inter': Diego Milito recibió un balón perdido en el centro del campo y se fue directo a portería con dos romanos esperándole y otros tres persiguiéndole. No tenía escapatoria. O eso parecía porque en su carrera armó la pierna derecha y dirigió la pelota a la escuadra de Julio Sergio, ante la impotencia de Claudio Ranieri y los aplausos exagerados de Jose Mourinho.



Desde el gol hasta el descanso, Burdisso debió ver la segunda amarilla por un entradón a Balotelli y el colegiado Nicola Rizzoli tenía que haber pitado un agarrón-derribo de Samuel sobre el propio Burdisso, que por aquel entonces ya podía estar en la caseta. De fútbol poco más, sólo patadas, empujones, protestas y demás 'caricias'. La rivalidad entre Inter y Roma, que hoy pelaban por la Copa y que pelearán por la Liga en las dos jornadas que quedan, se llevó al límite.


Ranieri quiso cambiar la cara de perro de su equipo en la segunda parte y se igualó con Mourinho gastando dos balas al descanso. Dio entrada a Totti por Pizarro, para contactar con Vucinic y Luca Toni, y quitó del campo de combate a Burdisso, al que dejó dándose una ducha fría. Entró Marco Motta. No conforme y con el objetivo inmediato de forzar la prórroga, Ranieri se hipotecó gastando su última bala en el 62': sacó a Jeremi Ménez por Luca Toni. Tampoco funcionó.


El estilo de los romanos apenas cambió, pero la presencia de su capitán sí le dio un plus de peligrosidad, en todos sus sentidos. En una falta lanzada por Totti, falló Julio César en la recepción y el rechace lo mandó alto de cabeza Juan.

Asustó la Roma y se lo devolvió el Inter con un lanzamiento raso del potente Balotelli en una de las contras lanzadas por los interistas, que disfrutan con espacios. Milito, con su habitual verticalidad, Eto'o llegando como media punta escorado a la derecha, y Balotelli, más inclinado a la izquierda, el Inter asustaba arriba y controlaba el balón en el centro con Cambiasso, Zanetti y Motta. Ni De Rossi, ni Taddei, ni siquiera Totti pudieron imponerse en el toque.


En los últimos minutos, la Roma se encomendó a Vucinic, que rozó el empate con un tiro cruzado, y que forzó un par de faltas en la frontal malgastadas por Risse y Totti. El capitán romano mostró una vez más su peor cara pateando a Balotelli con el partido ya casi concluido. Totti personificó la injustificada agresividad de la Roma, que pegó desde el minuto uno (Burdisso), hasta el 89' (Totti).

Con la acción de su capitán, los de Ranieri se dieron por vencidos ante el dominio del Inter, que suma el primer título de la temporada y en el horizonte tiene el campeonato de Liga y la final de la Champions ante el Bayern del 22 de mayo en el Santiago Bernabéu. Todo es posible.


INCIDENCIAS


1:Inter: Julio César, Maicon, Córdoba (Samuel, min. 36), Materazzi, Chivu, Zanetti, Cambiasso, Motta, Eto'o, Sneijder (Balotelli, min. 6) y Milito.


0: Roma: Julio Sergio, Burdisso (Marco Motta, min. 45), Mexes, Juan, Riise, De Rossi, Taddei, Perrota, Pizarro (Totti, min. 45), Vucinic y Toni (Ménez, min. 62).


Goles: 1-0, min. 38: Milito.


Árbitro: Nicola Rizzoli (ITA). Amonestó a Materazzi (min. 36) y Samuel (min. 53) por parte del Inter de Milán y a Burdisso (min. 13), Perrotta (min. 37), Mexes (min. 45) y Totti (min. 63) por parte del AS Roma. Además, expulsó a Totti (min. 87) por una agresión a Balotelli.

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