Con una buena actuación del colectivo de River, los millonarios derrotaron por 3 a 1 al clásico rival, Boca, que ante los casi treinta mil espectadores que acudieron a Salta Argentina, lució como un cuadro sin respuesta física, que careció de argumentos tácticos y le faltó fortaleza en el aspecto anímico.
Recién enero tiene 20 días, ambos clubes están terminando los trabajos de pretemporada, pero River, y por momentos Boca; sobretodo en el primer tiempo, nos regalaron un partido vibrante con pasajes de buen fútbol cuando tocaron el balón a ras del césped y con otros donde tácticamente primó la reducción de espacios y la agresividad táctica para recuperar el esférico.
La emoción estuvo instalada en las tribunas desde el principio y cuando el encuentro recién comenzaba uno de los refuerzos millonarios para la presente temporada convirtió un gol de camerino. El enganche paraguayo Rodrigo Rojas inició una jugada por el sector derecho del ataque donde se juntó con el lateral de ese sector Matías Abelaidas y el delantero de River Daniel Villalba, que con un buen pase dejó solo al volante para que culmine lo que inició.
Así, al incursionar en el área el paraguayo Rojas con potente remate venció al arquero de Boca Roberto Abondancieri. Después del gol producido a los 5 minutos, los instantes posteriores fueron emocionantes porque boca se lanzó con todo en busca del empate, pero el buen nivel del cuadro boquense fue destacado durante media hora, cuando Juan Román Riquelme tuvo físico e ideas para sostener el partido.
Aunque el encuentro parecía, por instantes ser cortado, los jugadores ponían mayores cuotas de disposición y voluntad para ofrecer espectáculo, así Boca asustaba el arco de River con peligrosas incursiones de su delantero Nicolás Gaytán que durante el primer tiempo tuvo a mal traer a la defensa millonaria porque la complicaba con su velocidad y dribling.
Fueron los pases de Riquelme y la velocidad de Gaytán lo que generaron opciones para los zeneices. A los 39 del primer tiempo llegó el empate de Boca por medio del ‘Loco’ Martín Palermo quien tras un buen cobro de un tiro libre por parte de Riquelme, se elevó para anticipar a su marca, Facundo Quiroga, y decretar con un fuerte cabezazo el empate antes que ambos elencos vayan al descanso
La mayor complicación que tuvo Boca durante todo el partido fue cuando los delanteros y volantes millonarios le ganaron la espalda a la primera línea de volantes zeneice porque los el bloque defensivo quedó demasiado expuesto a la velocidad de los elementos de River. Pues, en más de una oportunidad el lateral boquense Claudio Morel Rodiríguez perdió la marca del delantero argentino Gabriel Funes Morí y de Abelaidas, el central de Boca, Muñoz también sufrió como Morel en el aspecto de la marca.
Al iniciar el segundo tiempo, R, River, que en la primera mitad había retrocedido las líneas, adelantó el bloque y buscó el partido en cancha de Boca ejerciendo presión sobre la salida del rival y buscando recuperar el balón en tres cuartos de cancha. Producto de ese trabajo llegó el segundo gol millonario.
A los diez minutos de la segunda etapa el juvenil Gabriel Funes Morí aprovechó los errores defensivos de Boca y la falla del ‘Pato’ Abonancieri en despejar el balón para con un potente cabezazo batir el arco tras el buen centro del lateral Abelaidas. Los siguientes minutos fueron millonarios de principio a fin, los geneices no encontraban respuesta física ni fundamentalmente anímica, River tenía cubiertas las bandas y neutralizado el medio del campo, sector por el que Boca hilvanó juego en la primera mitad.
Diez minutos más tarde, otro juvenil millonario podría el 3 a 1 con el que River decretó su victoria. A los 20 de la segunda mitad, Daniel Villalba con una espectacular jugada individual en la que dribleó al defensor paraguayo Julio César Cáceres, al chileno Gary Medel y a Muñoz para incursionar en el área y sombre al el balón ante la salida del ‘Pato’ para convertir un golazo y el 3 a 1 final.
Si el partido en el segundo tiempo no tuvo mayor cantidad de goles fue por las buenas intervenciones de Abondancieri y por la falta de concreción de Funes Morí o de Gustavo Boug, que ingresó por Villana, porque el volante de recuperación de River, Matías Almeida, Abelaidas y Rojas pusieron muchos pases en profundad que fueron desaprovechados. D forma elegante, paciente y por momentos brillantes River mantuvo ejemplarmente la tenencia del balón y hasta le pegó un baile futbolístico a los geneices que estuvieron desaparecidos del campo.
Boca no pierde solo por el juego lucido y atildado de River, sino también porque el colectivo no funcionó, pues aún existe una fuerte dependencia de Riquelme para la elaboración del juego, de igual forma se notó que defensivamente el equipo no tiene una construcción sólida que le permita recuperar con pocos fauls el esférico, ello aparece como falta de trabajo o como poca recepción por parte de los jugadores a las indicaciones del técnico Alfio Bacile.
El problema en Boca es que sus laterales no son marcadores eficientes. Morel Rodríguez tuvo muchos problemas para quietar la pelota y no pudo pasar al ataque, su mayor virtud; el desdoblamiento, porque fue bien anulado y Gary Medel es medio campista de recuperación por eso nunca tuvo salida, pues además físicamente no está preparado para hacer el recorrido de todo el largo del campo y en el segundo tiempo se contagió del desánimo del equipo.
De igual modo por las bandas Riquelme ni Matías Jiménez, volantes externos apoyaban en la recuperación, Jiménez FUE EL JUGADOR QUE MÁS BAJO NIVEL MOSTRÓ EN Boca, no atacó ni defendió. Por el centro Ariel Rosada y los volantes de recuperación Ariel Rosada y Herbes fueron superados constantemente, ante ello los defensores Cáceres y Muñoz fueron superados en velocidad con la pelota en los pies de los delanteros millonarios y en el juego aéreo.
En la delantera geneice, Palermo solo apareció para anotar su gol y Gaytán, pese a su buena actuación, se fue expulsado por responder a la provocación y agresión de la hinchada de River que de mala forma arrojó botellas al campo de juego. Por su parte River tuvo un buen funcionamiento colectivo y a jugadores en adecuado nivel de competición.
El portero Daniel Vega no tuvo una intervención destacada, pero respondió cuando River lo necesitó. La pareja de backs centrales con Ferrari y Facundo Quiroga tuvieron problemas para controlar a Gaytán en un par de situaciones, aunque después obligaron al delantero a rematar de media distancia, por las bandas el uruguayo Juan Manuel Díaz estuvo impecable en la marca del sector izquierdo, mientras que el lateral Abelaidas tuvo un ida y vuelta constante por la franja derecha, generó así volumen en ataque.
La línea de tres volantes tuvo solidez en la marca y buena distribución de juego, Almeida es un gran recuperados y por izquierda y derecha Nicolás Sánchez y Christian Barrados recuperaban el esférico y controlaban el juego millonario al poner buenos pases en profundidad y circular eficazmente el balón. La labor realizada por ese triángulo entre Rojas, Villalba y Funes Morí fue muy destacada.
Líneas aparte merece lo que hicieron los delanteros millonarios, Villalba, que tiene 17 años y Funes, que tiene 18 mostraron mucha madurez para afrontar la responsabilidad de enfrentar aun grande como Boca, evidenciaron el compromiso que sostienen con el equipo, aparecen como figuras frescas, pero peligrosas en un River que el año anterior tuvo muchos problemas en defensa y en ATAQUE. Continuidad es lo que necesitan para pulir sus habilidades porque tienen todas las condiciones para ser grandes jugadores.
En síntesis el triunfo de River es merecido por virtudes propias y errores del rival. La revancha en esta Copa Desafío se jugará el próximo domingo en la ciudad de Mendoza, esperemos que en los próximos 90 de juego las emociones sean superadas.
Juan Carlos Zurita
Recién enero tiene 20 días, ambos clubes están terminando los trabajos de pretemporada, pero River, y por momentos Boca; sobretodo en el primer tiempo, nos regalaron un partido vibrante con pasajes de buen fútbol cuando tocaron el balón a ras del césped y con otros donde tácticamente primó la reducción de espacios y la agresividad táctica para recuperar el esférico.
La emoción estuvo instalada en las tribunas desde el principio y cuando el encuentro recién comenzaba uno de los refuerzos millonarios para la presente temporada convirtió un gol de camerino. El enganche paraguayo Rodrigo Rojas inició una jugada por el sector derecho del ataque donde se juntó con el lateral de ese sector Matías Abelaidas y el delantero de River Daniel Villalba, que con un buen pase dejó solo al volante para que culmine lo que inició.
Así, al incursionar en el área el paraguayo Rojas con potente remate venció al arquero de Boca Roberto Abondancieri. Después del gol producido a los 5 minutos, los instantes posteriores fueron emocionantes porque boca se lanzó con todo en busca del empate, pero el buen nivel del cuadro boquense fue destacado durante media hora, cuando Juan Román Riquelme tuvo físico e ideas para sostener el partido.
Aunque el encuentro parecía, por instantes ser cortado, los jugadores ponían mayores cuotas de disposición y voluntad para ofrecer espectáculo, así Boca asustaba el arco de River con peligrosas incursiones de su delantero Nicolás Gaytán que durante el primer tiempo tuvo a mal traer a la defensa millonaria porque la complicaba con su velocidad y dribling.
Fueron los pases de Riquelme y la velocidad de Gaytán lo que generaron opciones para los zeneices. A los 39 del primer tiempo llegó el empate de Boca por medio del ‘Loco’ Martín Palermo quien tras un buen cobro de un tiro libre por parte de Riquelme, se elevó para anticipar a su marca, Facundo Quiroga, y decretar con un fuerte cabezazo el empate antes que ambos elencos vayan al descanso
La mayor complicación que tuvo Boca durante todo el partido fue cuando los delanteros y volantes millonarios le ganaron la espalda a la primera línea de volantes zeneice porque los el bloque defensivo quedó demasiado expuesto a la velocidad de los elementos de River. Pues, en más de una oportunidad el lateral boquense Claudio Morel Rodiríguez perdió la marca del delantero argentino Gabriel Funes Morí y de Abelaidas, el central de Boca, Muñoz también sufrió como Morel en el aspecto de la marca.
Al iniciar el segundo tiempo, R, River, que en la primera mitad había retrocedido las líneas, adelantó el bloque y buscó el partido en cancha de Boca ejerciendo presión sobre la salida del rival y buscando recuperar el balón en tres cuartos de cancha. Producto de ese trabajo llegó el segundo gol millonario.
A los diez minutos de la segunda etapa el juvenil Gabriel Funes Morí aprovechó los errores defensivos de Boca y la falla del ‘Pato’ Abonancieri en despejar el balón para con un potente cabezazo batir el arco tras el buen centro del lateral Abelaidas. Los siguientes minutos fueron millonarios de principio a fin, los geneices no encontraban respuesta física ni fundamentalmente anímica, River tenía cubiertas las bandas y neutralizado el medio del campo, sector por el que Boca hilvanó juego en la primera mitad.
Diez minutos más tarde, otro juvenil millonario podría el 3 a 1 con el que River decretó su victoria. A los 20 de la segunda mitad, Daniel Villalba con una espectacular jugada individual en la que dribleó al defensor paraguayo Julio César Cáceres, al chileno Gary Medel y a Muñoz para incursionar en el área y sombre al el balón ante la salida del ‘Pato’ para convertir un golazo y el 3 a 1 final.
Si el partido en el segundo tiempo no tuvo mayor cantidad de goles fue por las buenas intervenciones de Abondancieri y por la falta de concreción de Funes Morí o de Gustavo Boug, que ingresó por Villana, porque el volante de recuperación de River, Matías Almeida, Abelaidas y Rojas pusieron muchos pases en profundad que fueron desaprovechados. D forma elegante, paciente y por momentos brillantes River mantuvo ejemplarmente la tenencia del balón y hasta le pegó un baile futbolístico a los geneices que estuvieron desaparecidos del campo.
Boca no pierde solo por el juego lucido y atildado de River, sino también porque el colectivo no funcionó, pues aún existe una fuerte dependencia de Riquelme para la elaboración del juego, de igual forma se notó que defensivamente el equipo no tiene una construcción sólida que le permita recuperar con pocos fauls el esférico, ello aparece como falta de trabajo o como poca recepción por parte de los jugadores a las indicaciones del técnico Alfio Bacile.
El problema en Boca es que sus laterales no son marcadores eficientes. Morel Rodríguez tuvo muchos problemas para quietar la pelota y no pudo pasar al ataque, su mayor virtud; el desdoblamiento, porque fue bien anulado y Gary Medel es medio campista de recuperación por eso nunca tuvo salida, pues además físicamente no está preparado para hacer el recorrido de todo el largo del campo y en el segundo tiempo se contagió del desánimo del equipo.
De igual modo por las bandas Riquelme ni Matías Jiménez, volantes externos apoyaban en la recuperación, Jiménez FUE EL JUGADOR QUE MÁS BAJO NIVEL MOSTRÓ EN Boca, no atacó ni defendió. Por el centro Ariel Rosada y los volantes de recuperación Ariel Rosada y Herbes fueron superados constantemente, ante ello los defensores Cáceres y Muñoz fueron superados en velocidad con la pelota en los pies de los delanteros millonarios y en el juego aéreo.
En la delantera geneice, Palermo solo apareció para anotar su gol y Gaytán, pese a su buena actuación, se fue expulsado por responder a la provocación y agresión de la hinchada de River que de mala forma arrojó botellas al campo de juego. Por su parte River tuvo un buen funcionamiento colectivo y a jugadores en adecuado nivel de competición.
El portero Daniel Vega no tuvo una intervención destacada, pero respondió cuando River lo necesitó. La pareja de backs centrales con Ferrari y Facundo Quiroga tuvieron problemas para controlar a Gaytán en un par de situaciones, aunque después obligaron al delantero a rematar de media distancia, por las bandas el uruguayo Juan Manuel Díaz estuvo impecable en la marca del sector izquierdo, mientras que el lateral Abelaidas tuvo un ida y vuelta constante por la franja derecha, generó así volumen en ataque.
La línea de tres volantes tuvo solidez en la marca y buena distribución de juego, Almeida es un gran recuperados y por izquierda y derecha Nicolás Sánchez y Christian Barrados recuperaban el esférico y controlaban el juego millonario al poner buenos pases en profundidad y circular eficazmente el balón. La labor realizada por ese triángulo entre Rojas, Villalba y Funes Morí fue muy destacada.
Líneas aparte merece lo que hicieron los delanteros millonarios, Villalba, que tiene 17 años y Funes, que tiene 18 mostraron mucha madurez para afrontar la responsabilidad de enfrentar aun grande como Boca, evidenciaron el compromiso que sostienen con el equipo, aparecen como figuras frescas, pero peligrosas en un River que el año anterior tuvo muchos problemas en defensa y en ATAQUE. Continuidad es lo que necesitan para pulir sus habilidades porque tienen todas las condiciones para ser grandes jugadores.
En síntesis el triunfo de River es merecido por virtudes propias y errores del rival. La revancha en esta Copa Desafío se jugará el próximo domingo en la ciudad de Mendoza, esperemos que en los próximos 90 de juego las emociones sean superadas.
Juan Carlos Zurita
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