viernes, 19 de febrero de 2010

¡SI SEÑORES! ESE ES ALIANZA


No lo podía creer y al igual que yo varios en Matute no entendieron lo que pasó, por que no es común ver algo similar, que un equipo peruano no solo gane , volteé, goleé y aplaste a un cuadro argentino, más aún cuando este es el último campeón de la Libertadores. Alianza lo hizo y escribió la pagina más gloriosa en su historia copera, en una noche perfecta, que quedará grabada en el corazón de todo hincha blanquiazul.

Fue sencillamente extraordinario y no me sonrojo al decirlo que gocé con el triunfo como un hincha más del Comando Sur, abrazándome en cada gol con cualquier desconocido que estaba a mi lado, con las manos hinchadas de tanto aplaudir, con la voz rasgada después de gritar cada gol íntimo.

La familia íntima respondió (a pesar de los precios) y llegó al templo blanquiazul con la fe del mundo, a pesar del baldazo de agua fría que nos daban los argentinos al minuto, con el gol de Sosa que aprovechó la distracción de los grones. Pero este gol en lugar de mermar en las ganas de los heredero de Villanueva, fue una inyección anímica, que empujó al el equipo del pueblo a una reacción histórica.

Con corazón , con alma, con huevos. Alianza se levantó de la caída y comenzó a meter, para tomar el protagonismo del partido. Allí apareció el genio y figura del encuentro 'el zorrito' Wilmer Aguirre. Una pesadilla para los defendores 'pinchas' que no le vieron ni su sombra.

Este 'zorro' despertó y metió su primer latigazo a los 17' minutos cuando por derecha hizo flamear como bandera a Desábato para mandar el puntazO inatajable para Orión. Alianza despertaba y conseguía el empate vital en el primer tiempo.

Costas y sus muchachos habían encontrado la formula. La velocidad de Aguirre y Sánchez por el lado derecho era el arma perfecta para vulnerar al 'león de la plata'.

Un párrafo aparte merece Joel Sánchez, quien trajo a mal traer a Clemente Rodriguez. Con su frescura, picardía, conchudez para jugar fue sin duda uno de los valuartes íntimos.

Pero Alianza fue inclemente en su ataque, y nuevamente 'el zorrito' con huevos le ganó a pura fuerza al pobre Clemente quien rebotaba al chocar con la la armadura dorada del 'zorró' que brilló con luz propia, con Celay tirado en el césped, impotente mirando como la 'saeta' negra remataba suavemente para marcar el segundo del Blanquiazul.

Gol de Alianza y la gente no lo podía creer, en un primer tiempo maravilloso, con un trabajo colectivo excepcional, los dirigidos por Costas, quien fue expulsado, le pintaban la cara al más 'papi' de América.

Para la segunda etapa la fiesta se había instalado en Matute. Al inició hubo susto por que Verón despertó y fue la aduana de Estudiantes, pero allí creció la figura del ' negro' Gonzales, quien apoyado de Tragodara y Quinteros (quien fue el conductor de Alianza) trabajaron al máximo para controlar al mejor jugador de América.

Con ese sacrificio a gente reaccionó y empujó al equipo a liquidar el encuentro. Sabella quien había adelantado a su equipo jugaba con fuego, por que el 'zorrito' andaba suelto y endiablado.

Y el zorrito no perdonó. A los 33' del segundo tiempo un pase largo fue tomado por Aguirre para sacarse con simpleza a Desábato y mandar un zurdazo infernal para marcar el 3 a 1. Fue el del desbande, el 3 a 1 del desborde de la alegría total en Matute. Muchos no lo creían, otros se preguntaban como, pregunta que en verdad no importaba mucho.

Pero a la fiesta en Matute le faltaba algo. José Carlos' el gladiador' Fernández, quien tuvo un trabajo sacrificado y silencioso en el encuentro, peleando con los defensores 'pinchas' obtuvo su premio a cinco del final, luego de recibir un centró de Aguirre, para anticipar al pobre Clemente y con un cachetazo marcar el 4 a 1.

Todo Matute era un loquerío, los cimientos temblaban por el salto incontenible del público y los oles que llegaban a la cancha y contajiaban a los 'negritos lindos' que con toques y toques volvieron locos a los' ches'.

¡Si señores! Alianza le ganó al más pintadito de América y no solo le ganó si no que lo goleó, lo aplastó, lo liquidó. Con una figura excluyente como Aguirre, con la picardía de Sánchez, con la garra de Gonzáles, con el aguante de Fernández, las ganas de Tradodara y Villamarín, con un Quinteros sobrio e inteligente y con un Libman seguro Alianza domó al León platense.

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