Dos genialidades de Manco, un cabezazo de Tejada, zurdazo de Ciciliano, dos centrales como Araujo y Alvarez y un enorme arquero Diego Morales fueron los argumentos del Juan Aurich para salir airoso de este encuentro que se jugó ante una lluvia torrencial, que dejó al campo como un verdadero lodazal.
Lo grita todo Chiclayo y el Perú entero. Este Aurich invita a sus gente a soñar. Tiene actitud, buen juego, laterales fuertes y veloces, dos backs que nunca dan tregua, un Ciciliano con fantasía, Manco con sus apiladas desespera al más ferreo defensor, un nexo como Ascoy, en su mejor momento, y un goleador respondiendo a la cita cuando se le requiere.
A todo ello se suma un entrenador que para bien a su equipo. Sereno en los momentos difíciles, no habla de más ni de menos. Sus jugadores entienden su idea y lo plasman en el campo. Suárez hace camino al andar.
Cuando expiraba el primer tiempo, una apilada espectacular de Manco por derecha dejando rezagados a dos, levanta la cabeza y se la pone en la frente a Tejada, quien gira el cuello y hace estallar al Perú. Se tira al piso, mismo Maradona, y festeja el primer gol. Era el 1-0 que tranquilizaba en un partido anormal. Con un campo en condiciones deplorables, pero Aurich nunca tuvo miedo de resbalar y metió como los buenos.
Y el segundo, fue otra genialidad del "Rei" Manco que se saca nuevamente dos y se la da a Tejada que alarga a Ciciliano, el colombiano saca un zurdazo que jamás puede contener el arquero Rodríguez. Y eso ya era la algarabía. Suarez sonríe por primera vez. Claro, la clasificación estaba más cerca que nunca.
Los Tecos no quieren morir humillados. Se van sin orden adelante. Juegan al ollazo y el "Pony" Ruiz le pone un buen centro a Bareyro para que descuente. Un 2-1 que alertó al Aurich no por la clasificación, sino porque querían irse de México con la valija cargada de una victoria. Y se fue nomás.
Y para las estadisticas: Primera vez en la historia de la Copa Libertadores que un equipo peruano gana de visita en México. Y eso ya es bastante. Aurich empieza a entrar al corazón de todos los peruanos.
Lo grita todo Chiclayo y el Perú entero. Este Aurich invita a sus gente a soñar. Tiene actitud, buen juego, laterales fuertes y veloces, dos backs que nunca dan tregua, un Ciciliano con fantasía, Manco con sus apiladas desespera al más ferreo defensor, un nexo como Ascoy, en su mejor momento, y un goleador respondiendo a la cita cuando se le requiere.
A todo ello se suma un entrenador que para bien a su equipo. Sereno en los momentos difíciles, no habla de más ni de menos. Sus jugadores entienden su idea y lo plasman en el campo. Suárez hace camino al andar.
Cuando expiraba el primer tiempo, una apilada espectacular de Manco por derecha dejando rezagados a dos, levanta la cabeza y se la pone en la frente a Tejada, quien gira el cuello y hace estallar al Perú. Se tira al piso, mismo Maradona, y festeja el primer gol. Era el 1-0 que tranquilizaba en un partido anormal. Con un campo en condiciones deplorables, pero Aurich nunca tuvo miedo de resbalar y metió como los buenos.
Y el segundo, fue otra genialidad del "Rei" Manco que se saca nuevamente dos y se la da a Tejada que alarga a Ciciliano, el colombiano saca un zurdazo que jamás puede contener el arquero Rodríguez. Y eso ya era la algarabía. Suarez sonríe por primera vez. Claro, la clasificación estaba más cerca que nunca.
Los Tecos no quieren morir humillados. Se van sin orden adelante. Juegan al ollazo y el "Pony" Ruiz le pone un buen centro a Bareyro para que descuente. Un 2-1 que alertó al Aurich no por la clasificación, sino porque querían irse de México con la valija cargada de una victoria. Y se fue nomás.
Y para las estadisticas: Primera vez en la historia de la Copa Libertadores que un equipo peruano gana de visita en México. Y eso ya es bastante. Aurich empieza a entrar al corazón de todos los peruanos.
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